El ministro británico de Defensa, Philip Hammond, confirmó este martes que su país está preparado para enviar refuerzos militares al Golfo Pérsico en caso de que aumente la tensión con Irán por su programa nuclear.
Según Hammond, el envío el pasado fin de semana del buque de guerra HMS Argyll como parte de la flotilla internacional al estrecho de Ormuz fue una señal clara a Teherán.
Además de la fragata británica, a la porción marítima también llegó un barco de guerra estadounidense y otro francés.
Reino Unido cuenta con capacidad de contingencia para reforzar la presencia militar si en cualquier momento lo consideramos necesario, afirmó el Ministro.
El estrecho de Ormuz, con 54 kilómetros en su punto más angosto, pertenece a aguas territoriales de Irán y Omán y constituye la vía por donde se transporta un tercio de los embarques mundiales de petróleo.
Frente al embargo de crudo y las sanciones financieras impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos, el gobierno iraní anunció que responderá a las medidas el próximo 11 de febrero, sin descartar el cierre del espacio marítimo.
Las presiones de Occidente sobre Teherán pretenden frustrar sus planes de producir energía eléctrica e impulsar aplicaciones médicas a partir de la utilización de material nuclear.
El país islámico es acusado de promover instalaciones para producir armas atómicas, imputaciones negadas por las autoridades iraníes en todos los escenarios.