El número de personas demandantes de empleo descendió 0,8 por ciento en enero en Francia, reportó el Ministerio de Trabajo.
De esa forma, la nación gala registró un total de 3,5 millones de parados en el primer mes del año en curso, 27 mil 900 menos que en diciembre de 2015.
Sin embargo, el Ministerio subrayó que se trata de un retroceso inexplicable, por lo que apuntó que es más conveniente examinar las evoluciones en tendencia en lugar de mes por mes.
El presidente François Hollande abogó a mediados de enero por redefinir el modelo económico y social francés, sin renunciar a sus fundamentos, al presentar un nuevo plan para luchar contra el elevado desempleo, ubicado en torno al 10 por ciento.
Frente al desorden en el mundo, frente a una coyuntura económica incierta y a un desempleo persistente, hay también un estado de urgencia económico y social a proclamar, enfatizó.
Reconoció que el crecimiento es todavía demasiado débil para hacer bajar el paro. «Debemos actuar para que el crecimiento sea más robusto y la creación de empleos más abundantes», apuntó.
El objetivo es más libertad para que la empresa pueda invertir, innovar, crear puestos, pero también más libertad en aras de que los empleados puedan elegir su trabajo, su formación y la conducción de su vida profesional, explicó.
Enfatizó que el propósito es igualmente más seguridad para la empresa al contratar y adaptar su plantilla cuando las circunstancias económicas lo requieran. Asimismo, se busca más seguridad para los empleados frente a los cambios y la movilidad.
Desde hace meses, Hollande condicionó su candidatura a las elecciones presidenciales de 2017 al tema laboral, pues reiteró que sólo se presentará si se registra una baja creíble de la desocupación, una de sus promesas de campaña electoral de 2012.
Por ello, tras su alocución algunas voces se alzaron para señalar que es un plan tardío, presentado cuando resta menos de un año y medio para dichos comicios.