La Cancillería de la Federación Rusa saludó este martes la disposición de la República Árabe Siria de materializar el acuerdo alcanzado con la Liga Árabe (LA) sobre reformas políticas y sociales.
Un comunicado de la citada dependencia se refiere en ese sentido a la excarcelación realizada por las autoridades de Damasco de 553 arrestados (participantes en acciones contra el gobierno).
Al mismo tiempo, las autoridades sirias declararon una amnistía para opositores dispuestos a deponer las armas, en medio de denuncias del país levantino sobre las actividades terroristas de esas formaciones, apertrechadas y financiadas desde afuera.
La puesta en práctica de tales medidas y otras propuestas por la LA crearán condiciones para un diálogo político constructivo y concreto entre gobierno y oposición para una salida conciliada y la aplicación de reformas, sin interferencia foránea, señala el documento.
En medio de esa situación, afirma la Cancillería, causan profunda preocupación las informaciones sobre nuevas acciones violentas y víctimas de los últimos días en Siria, en especial, en la provincia de Home, donde son frecuentes los ataques contra centros policiales.
Nadie pretende negar la responsabilidad de las autoridades sirias por los hechos ocurridos, pues éstas deben velar por la seguridad de los ciudadanos, reconoce Moscú.
Sin embargo, es necesario que la oposición se desvincule de extremistas armados, quienes realizan acciones violentas que provocan la respuesta del Gobierno y sabotean la iniciativa de la Liga Árabe, estima la Cancillería rusa.
En esa línea se enmarcan las preocupantes declaraciones de algunas naciones occidentales, con juicios unilaterales sobre los citados hechos e incluso con llamados a la oposición a abstenerse de entregar las armas y a rechazar la amnistía, afirma la nota oficial.
Asimismo, también preocupa la actitud de la oposición siria que se niega rotundamente a entablar un diálogo con Damasco, todo lo cual de ninguna forma ayuda a la estabilidad y va en contra de la iniciativa pacífica de los estados árabes, afirma la declaración.