El expresidente francés, Nicolas Sarkozy, fue imputado este martes por financiación ilegal de su campaña electoral de 2012, en la que se sobrepasó el gasto máximo fijado por la ley.
Sarkozy fue declarado «testigo asistido», una figura entre la imputación y simple testigo, por los cargos de fraude y abuso de confianza, tras un interrogatorio de casi doce horas.
El expresidente compareció por el «caso Bygmalion», escándalo que debe su nombre a una empresa que emitió falsas facturas por unos 18,5 millones de euros para que la Unión por un Movimiento Popular (UMP) asumiera gastos que en verdad correspondían a la campaña.