El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid Al-Muallem, declaró este martes que el gobierno de Bashar Al-Assad está dispuesto a unirse a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas.
“Estamos dispuestos a cooperar plenamente en la aplicación de esta iniciativa. En particular, tenemos la intención de adherirnos a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y a cumplir nuestras obligaciones en virtud de esto, incluso mediante el suministro de información sobre estas armas”, aseguró Muallem.
Previamente, el canciller sirio detalló que “estoy autorizado para declarar nuestro apoyo a la iniciativa de Rusia sobre las armas químicas en Siria, de acuerdo con lo estipulado por la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas”.
El diplomático de la nación árabe explicó que están dispuestos a cooperar con la propuesta rusa hecha a través del canciller ruso, Serguei Lavrov.
“Estamos dispuestos a mostrar los sitios donde se almacenan armas químicas. Estamos dispuestos a abrir dichas instalaciones para los expertos de la Federación de Rusia, de otros países y de la ONU. Nuestras obligaciones de acuerdo con la iniciativa rusa se centran en dejar todas las armas químicas”, detalló Al-Muallem.
Pese a que el gobierno sirio ha entregado pruebas de los ataques con armas químicas por parte de los opositores armados, estos mismos grupos han confesado tener este tipo de armas en su poder y haberlas usado, algo que ha sido ignorado por EE.UU. y la comunidad internacional.
El Gobierno de Siria dio una respuesta positiva a la iniciativa de Rusia de poner las armas químicas bajo control internacional, y la misma fue bien vista por el presidente Obama, desde Occidente se quiere insistir en la supuesta culpabilidad del gobierno sirio y el uso de armas químicas algo por lo que Washington confesó no poseer evidencia confiable.
Durante la jornada, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, defendió la idea del presidente de ese país, Barack Obama, de iniciar una acción militar en Siria bajo el argumento de eliminar la presunta capacidad del gobierno árabe de obtener armas químicas, que según afirman es un peligro para los estadounidenses y de las naciones del mundo.