Los trabajadores de bancos públicos y privados de 20 estados de Brasil comenzaron este martes una huelga por tiempo indeterminado, anunció la Confederación Nacional de Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf-CUT).
De esta manera, las sucursales bancarias amanecieron repletas de adhesivos con las reclamaciones de los huelguistas en los estados de: Acre, Amapá, Alagoas, Bahía, Ceará, Espírito Santo, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Maranhao, Minas Gerais, Paraíba, Paraná, Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro, Rio Grande do Sul, Rondonia, Santa Catarina, Sao Paulo, Sergipe y Distrito Federal.
El presidente del sindicato Contraf-CUT, Carlos Cordeiro, informó que cajeros automáticos, servicios de atención al cliente y centros administrativos seguirán funcionando en las sucursales.
Sin embargo, avisó de que la huelga podría extenderse a otros sectores si las negociaciones con la Federación Nacional de Bancos (Fenaban) se retrasan: «Nuestra huelga comienza por las sucursales bancarias. Cada día que pase la huelga tenderá a extenderse a sectores más estratégicos».
Las reivindicaciones de los trabajadores incluyen un reajuste salarial del 12,5% además de un salario mínimo de 2.979 reales mensuales (unos 1.212 dólares), así como una mejora de las condiciones laborales con el fin de objetivos abusivos, combate al asedio moral, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, etcétera.
Ya el pasado sábado 27 de septiembre, el Comando Nacional Bancario confirmó el inicio de la huelga tras rechazar una oferta de la Federación Nacional de Bancos de un reajuste del 7,35% de los salarios.
En 2013, el sector bancario brasileño mantuvo una huelga de 23 días que se saldó con un reajuste del 8%.