|La UE equipara el periodismo de los medios rusos con la propaganda del Estado Islámico

Fotografía referencial

Una de las formas más “refinadas” que los estados capitalistas tienen para encubrir sus acciones contra sus ‘enemigos internos’ es la invocación de enemigos externos.

La reciente propuesta de resolución que el Parlamento Europeo ha presentado a la Eurocámara para confeccionar una «estrategia de comunicación» que contrarreste las informaciones de los medios de comunicación rusos en el Viejo Continente es una buena muestra de ello.

A pesar de que Rusia no tiene hoy nada que ver con la antigua Unión Soviética, y resultaría absurdo invocar el viejo “peligro comunista” para justificar este tipo de medidas, la propuesta que será sometida a votación en el Parlamento Europeo posee todas las características de la llamada «guerra preventiva».

En el cuerpo de la propuesta de resolución se plantea que Moscú «emplea una amplia gama de herramientas» para «sembrar dudas» en la opinión pública europea acerca de los «valores e intereses» de la Unión Europea.

Sin embargo, lo más significativo de la propuesta de ley son los belicosos paralelismos que establece entre el periodismo que practican los medios rusos -Sputnik o Rusia Today – y la propaganda que realizan los medios al servicio de la organización terrorista Estado Islámico. En ambos casos -según el texto en cuestión- se trata de «propaganda hostil».

Según ha trascendido, la propuesta de resolución señala también la necesidad de “monitorear opiniones divergentes y contrarias a la estrategia de confrontación con Rusia, a pesar de que ello representa un incumplimiento sistemático de los compromisos que se forjaron tras la caída de la Unión Soviética”.

Como era de esperar, la bancada socialdemócrata en el Parlamento Europeo abrió las puertas a la futura aprobación del texto propuesto, adelantando que se abstendrá en la votación sobre la norma.

Pero, lejos de lo que se podría concluir con un análisis apresurado, este tipo de medidas no refleja solamente el conflicto interimperialista que enfrenta a la UE y sus socios – EE.UU. e Israel- contra Rusia, como potencia capitalista en expansión. Se inscriben, por el contrario, enuna estrategia represiva que persigue reforzar la «seguridad interna», ante la perspectiva de un incremento más que probable de la conflictividad en el seno se las sociedades europeas sometidas a las políticas antipopulares impuestas por el gran capital.

La arremetida legal que hoy se prepara contra los medios rusos abre el camino para acometer un futuro ataque, cuando se considere oportuno, contra los medios de comunicación antihegemónicos.

Fuente/ Julio Andrés Capey/ Canariassemanal.org