La Santa Sede exhortó este miércoles al Comité sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a no intervenir como jurisdicción legal por los abusos cometidos contra niños por «instituciones particulares» de la Iglesia, pues no tiene poder judicial para decidir en esos casos que obedecen a las legislaciones nacionales.
El Vaticano se pronunció a través de un comunicado en respuesta a las preguntas remitidas en el mes de julio por el Comité de la ONU en relación a los abusos cometidos contra niños por parte de sacerdotes católicos.
Tema que escandalizó el pontificado de Benedicto XVI y que podría incidir en el del Papa Francisco. El vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, explicó que este tipo de investigaciones solo pueden ser tratados desde la máxima instancia católica, y recalcó que «a la Santa Sede le compete sólo lo que es a nivel de Santa Sede».
Lombardi recordó que el Vaticano fue uno de los primeros en firmar la convención que establecía la protección al menor. El comité de las Naciones Unidas no tiene poderes sobre la aplicación de la ley; no obstante, una arremetida en contra del organismo internacional sería un golpe negativo para la Iglesia católica.
Esta es la primera vez que cuestionan a la Santa Sede por las duras críticas en el mundo en contra de los abusos sexuales a menores por décadas. En este sentido, numerosas asociaciones de víctimas de sacerdotes pedófilos, especialmente en Estados Unidos, han criticado al Vaticano por encubrir los casos de pedofilia y omitir la información acerca de los abusos, sin aclarar si fueron denunciados o no.
Desde el año 1995, las denuncias por abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes deben ser notificadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el año 2011, el Vaticano ordenó a los obispos que todo cura implicado en casos de pedofilia debe denunciar el acto ante la justicia ordinaria.
Respecto a las observaciones de la ONU ante la situación, el Comité publicará el próximo año su informe acerca de la aplicación por parte de los 193 Estados miembros de la convención que protege a los niños, entre ellos, el Vaticano.