El mundo teatral se vistió de luto el pasado 11 de marzo con el fallecimiento, en Punto Fijo, estado Falcón, del reconocido actor Germán Mendieta, fundador del grupo Theja e integrante de la Fundación Rajatabla.
Nacido un 31 de marzo de 1960, este hombre de las tablas se destacó por su participación y desempeño en numerosas piezas teatrales y en largometrajes venezolanos y extranjeros.
Durante su estadía con el grupo Rajatabla, entre 1991 y 2008, Mendieta demostró su talento en más de 20 montajes, entre los que se encuentran: Peer Gynt y Enemigo del pueblo, de H. Ibsen; La Tempestad y Hamlet, de W. Shakespeare; El coronel no tiene quien le escriba, La Cándida Eréndira y Del amor y otros demonios, de Gabriel García Márquez; Israfel, de Abelardo Castillo, entre otros.
Mientras que en el mundo del cine sobresalió en cintas como Homicidio culposo, de César Bolívar; El general y la fiebre, de J. Coscia, Buenos Aires (Argentina); Una vida y dos mandados, de Alberto Arvelo (protagonista) y Zamora, de Román Chalbaud.
Su talento traspasó las tablas y las pantallas de cine.También fue conocido por su desempeño como director en los montajes: El rey mono, de José Domínguez; El maleficio de la mariposa, de Federico García Lorca; Pechos de niña y De Melocotón a Rojo Alucinante, de Romano Rodríguez, entre otras.
Durante su fructífera carrera fue reconocido con galardones nacionales e internacionales como el Premio del público del ANAC (1997); seis premios Municipales como Mejor Actor principal y de reparto, el premio Marco Antonio Ettedgui (1995); el Premio Cámara Junior por logros culturales (1994); la Orden Patrimonial Ciudad Santa Ana de Coro (2003); la Orden Antonio José de Sucre en 1era clase, Cumaná, y la Orden Mérito al trabajo en 2da y 3era clase.
«Germán es un actor referencial para todos los que crecimos viendo y haciendo teatro. Fue un hombre sumamente versátil y querido por el sector teatral venezolano», expresó Lisett Torres, presidenta de la Fundación Casa del Artista, reseña nota de prensa publicada en el portal web del Ministerio de la Cultura, este lunes.
Similar fueron las palabras del director de cine Ignacio Márquez, quien apuntó que en el actor » había una mezcla de profesionalismos y de calidad humana muy particular; por eso cada sesión de trabajo y cada experiencia era muy rica».