Municipio Insular Padilla está al borde del aislamiento y la desesperanza

Uno de los municipios que ha sido referencia de turismo local para el estado Zulia, sobre todo para los maracaiberos, es Insular Padilla. Cada año, miles de personas aprovechaban cada puente laboral: Semana Santa, carnavales o cualquier otra fecha patria, para visitar y pernoctar en 4 de sus 13 islas más emblemáticas: Zapara, Toas, San Carlos y Pescadores.

Aunque el municipio vivía de la pesca y de la explotación de piedra caliza, el turismo representaba para su gente una fuente de ingreso, que terminó de desplomarse este año por el inexistente sistema de transporte que mantiene aislados a 14.200 personas, todas residentes en las cinco islas habitadas.

El municipio Almirante o Insular Padilla, posee una preciada y estratégica ubicación geográfica entre el Lago de Maracaibo y el Golfo de Venezuela. El único medio de transporte que tienen sus residentes es lacustre, y actualmente solo una lancha, propiedad del ayuntamiento local, cubre la ruta, trasladando a 2.500 personas diariamente.

Las islas han caído en desgracia por su lejanía con la capital del estado, Maracaibo, y por la falta de un sistema de conexión permanente con tierra firme, que traslade a sus habitantes de manera rápida hasta su municipio más cercano, Mara.

Para el alcalde del municipio Insular Padilla, Héctor Nava, la solución al hambre, las emergencias médicas y la desesperanza, así como la falta de oportunidades que existe en las islas, existe una propuesta que ha estado en el tapete desde el año 1964, cuando se habló de construir lo que llamaron “El Terraplén de Mara”, ofrecimiento que fue desechado inmediatamente debido al impacto ecológico, pues debía construirse un puente de relleno (terraplén) desde El Moján hasta Isla de Toas y eso afectaría el ecosistema lacustre.

La segunda propuesta surgió en el año 1980, obra “faraónica”, ya que se habló de construir el Paseo Litoral del Lago, pero esta propuesta tampoco avanzó dado su grado de complejidad y gran envergadura.

Hoy, a 29 años de haber recuperado su autonomía, y en medio de una crisis y un bloqueo económico nacional brutal, surge la idea de construir tres puentes que sirvan para interconectar las islas: Toas, Pájaro y San Carlos, con tierra firme.

La iniciativa viene de la mano del alcalde socialista Héctor Nava, nativo de Toas y con profundo amor por esta tierra en la nació, y en la que ha vivido por más de 60 años.

“Creemos que esta es la solución para los problemas históricos de transporte lacustre y terrestre, alimentación, salud, comunicaciones, agua potable, aseo urbano, gas doméstico, electricidad, educación, seguridad y fuentes de empleo”, explicó.

Propuesta

Según un informe elaborado por Pdvsa a finales de 2017, indica que mantener lanchas y ferrys para el transporte público de las islas, costaría 22.500.000 dólares en 10 años, pero construir tres puentes tendría un costo actual de 12.500.000 dólares, dejándole al municipio una gran obra de conexión vial que perduraría en el tiempo y permitiría eliminar el sistema eléctrico sublacustre que falla constantemente, ya que la estructura de los puentes serviría como soporte para el traslado de los cables.

El puente principal contaría con una longitud de 4 kilómetros 100, y tendría su cabecera en Punta Reina, ubicada en San Rafael del Moján (Mara).

La segunda estructura mediría 400 metros y uniría a Isla de Toas con Isla de Pájaros y la tercera contaría con 280 metros de largo y empalmaría a Isla Pájaro con San Carlos.

La concreción de este proyecto le daría al municipio y a sus habitantes un segundo aire, una profunda esperanza, puesto que muchos solo piensan en abandonar las islas ante la difícil crisis y aislamiento en el que viven. Los pensionados no cuentan con ninguna agencia bancaria y cada mes los ancianos deben trasladarse en privadas y desvencijadas chalanas con motores fuera de borda o en la única lancha municipal hasta El Moján, para poder hacerse de su pensión y comprar algunos víveres, ya que según “a la isla nada está llegando”, recalcan los residentes.

Los estudiantes universitarios han debido abandonar sus carreras porque se hace insostenible un traslado desde las islas hasta Maracaibo, donde se ubican la mayoría de las universidades públicas y privadas del estado Zulia. En la actualidad solo 85 jóvenes cursan estudios superiores.

“En las condiciones que estamos no se puede vivir. Nos sentimos como olvidados por todos, algo así como si vivimos en un lugar que no existe en Venezuela”, expresó una joven isleña, mientras esperaba el ferry en el puerto ubicado en El Moján. Dos bolívares deben pagar para retornar a la isla, en un viaje que puede demorar 20 minutos por el lago, en una lancha cuyo abordaje resulta peligroso por lo hacinado del viaje.

“De haber voluntad política y habiéndose concretado los recursos, la construcción estaría lista en dos años y medio”, sostuvo el alcalde de Insular Padilla, Héctor Nava.

Economía

Para el mandatario local, este proyecto representa también una ventaja geopolítica, ya que en la única vía hacia la frontera con Colombia (la troncal del Caribe) se encuentra ubicado el puente sobre el río Limón. “Si algo llega a afectar esa estructura quedaremos aislados de la frontera o si la isla quedara deshabitada por tantas deficiencias, sería un problema de seguridad nacional, por su cercanía con Colombia”, enfatizó el burgomaestre.

El problema de transporte es tan grave que ni las canteras de piedra caliza, material necesario para la fabricación de cemento, se están explotando y esta actividad representaba una fuente de ingreso para el municipio y se venía explotando desde tiempos de la colonia.

“Se cobraba un impuesto por cada metro cúbico de piedra caliza, pero ahora no estamos recibiendo nada y dependemos totalmente del situadoconstitucional”, señaló el alcalde Nava.

La pesca era otro medio de supervivencia de los habitantes de las islas, pero ahora ni los pescados se quedan en el municipio, lo poco que se consigue en las aguas del lago y el golfo, es llevado vía contrabando hacía Colombia, sobre todo el tan codiciado “buche de curvina”.

Alimentación

Los habitantes del municipio se encuentran tan desmotivados y desasistidos, que solo esperan la caja CLAP para alimentarse, beneficio que sí les llega con regularidad.

El año pasado solo dos gandolas con los alimentos llegaron al municipio; este año ya son 12 las gandolas que han venido a satisfacer la demanda alimentaria, porque la isla no cuenta con supermercados ni abastos. “Solo en lo que va de año hemos entregado 400 toneladas de alimentos”, acotó el mandatario local.

Aunque el municipio cuenta con un hospital tipo I y II, así como cinco ambulatorios de Barrio Adentro con servicio de oftalmología y odontología, un CDI y un SRI (Sistema de Rehabilitación Integral), el problema se presenta cuando se hace necesario trasladar a un paciente grave hacía Mara o Maracaibo, pues no hay transporte lacustre para estas emergencias, y los afectados deben buscar chalanas, peñeros o pagar por lanchas que los trasladen y la mayoría de sus habitantes carecen de los recursos para pagar estos traslados.

T/Yajaira Iglesias
F/Cortesía Juan Martin
Zulia