La noticia de la muerte en Alemania de la cantante de ópera Elena Obraztsova, denominada Primadonna assoluta del arte operístico ruso, ocupa los primeros planos de todos los medios informativos locales.
Nacida el 7 de julio de 1939 en Leningrado, la mezzosoprano considerada por la crítica internacional como «la mejor Carmen del mundo» por su interpretación en la ópera de Bizet, falleció a los 75 años de edad en Munich, donde recibía tratamiento médico.
Desde su debut en el teatro Bolshoi, de Moscú, en 1963, se convirtió en una de sus grandes estrellas y desde entonces protagonizó en los más importantes escenarios del planeta obras de unos 100 compositores de los siglos XVIII, XIX y XX.
Es una gran pérdida para la cultura rusa y mundial. Fue una persona destacada, tenía una voz que era un don de Dios e hizo muchísimo por la cultura, expresó Vladimir Tolstoi, asesor del Kremlin para esta esfera, citado por el portal multimedia Sputnik.
Por su parte, el director del teatro Bolshoi, Vladimir Urin, calificó su deceso de una pérdida irreparable y subrayó que la emblemática sala moscovita intervendrá en la organización de la capilla ardiente y el sepelio, que tendrá lugar en el cementerio de Novodievish, en esta capital, según se informó.
Un mensaje del presidente Vladimir Putin encabezó los homenajes que Rusia rindió en octubre último en el teatro Bolshoi a la afamada cantante por su natalicio 75.
Querida Elena, con todo mi corazón la congratulo en su cumpleaños, afirmaba el texto entregado a Prensa Latina por los organizadores de la ópera vals celebrada en el Escenario Histórico del teatro más famoso de Rusia con la participación de primeras figuras de la escena internacional y de la propia homenajeada.
Agregaba el gobernante que la biografía artística de Obrazstova está llena de inolvidables acontecimientos y brillantes triunfos que despiertan sincera admiración.
Su voz única, consumada maestría y brillante temperamento artístico han conquistado los más prestigiosos escenarios, los corazones de millones de personas y le han conferido a usted la gloria mundial, agregaba.
El líder ruso consideró importante que todavía en esa fecha la artista trabajaba con devoción en las actividades sociales, pedagógicas y tutoriales.
Usted cuida la preservación y la continuidad de las grandes tradiciones culturales rusas, destacaba el mensaje del jefe del Kremlin, quien deseó a la artista «salud, éxito e inspiración en su trabajo desinteresado que ha sido altamente demandado».
Relevantes personalidades de la política y la sociedad rusa hicieron pública en esa fecha su felicitación a propósito del «jubileo de diamente» de una de las mayores exponentes en el mundo del repertorio operático ruso, italiano, francés, alemán y español.