La Fiscalía egipcia anunció este lunes que el depuesto presidente Mohamed Mursi será procesado judicialmente por “perpetrar actos de violencia e incitación al asesinato y al vandalismo”, al igual que otros 14 altos miembros de la Hermandad Musulmana, todos bajo detención administrativa desde hace varias semanas.
El fiscal Hesham Barakat aseguró que Mursi será juzgados por el Tribunal Penal de El Cairo por su “responsabilidad” en los hechos acaecidos en el país durante diciembre de 2012, cuando enfrentamientos entre partidarios de su Gobierno y fuerzas de choque opositoras causaron la muerte de siete personas.
Aunque el informe legal no precisó una fecha para el juicio, se espera que en los próximos días se conozca ese aspecto del proceso abierto contra el Mandatario que fue víctima de un golpe de Estado militar el pasado tres de julio.
Tras la acción militar, la justicia egipcia ordenó la detención de Mursi por presuntamente haber colaborado con el movimiento de resistencia palestino Hamas, aunque no existían pruebas de ello.
En principio, Mursi iba a ser interrogado sobre su supuesta colaboración con Hamas, durante los ataques a una comisaría policial y una prisión de El Cairo en enero de 2011, de donde escapó junto a varios miembros de la Hermandad Musulmana, justo cuando se desarrollaba la revolución popular contra el régimen del expresidente Hosni Mubarak (1981-2011).
De inmediato, Hamas reaccionó a las acusaciones y condenó la detención de Mursi, denunciando que «se basa en la premisa de que el movimiento Hamas es hostil».
Entre los 14 miembros de la Hermandad Musulmana detenidos se encuentran altos cargos políticos de esa formación como el exvicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), Essam el-Erian, y el exparlamentario Mohamad al-Beltagi.
Desde la destitución de Mursi, Egipto ha sido escenario de una intensa campaña de represión contra los manifestantes que respaldan a Mursi y a la Hermandad Musulmana, con la muerte de más de un millar de personas, decenas de miles de heridos y al menos dos mil detenidos.
A pesar de esta cifras, los partidarios de la Hermandad han destacado que no dejaran de protestar contra la actitud de las fuerzas armadas y hasta ver a Mursi restituido en el cargo.
Actualmente el Gobierno de facto es presidido por el extitular del Tribunal Constitucional Supremo, Adly Mansour, quien fue nombrado en el cargo de Presidente por el jefe de las fuerzas armadas nacionales, general Abdel Fattah al-Sisi, quien también procedió a suspender la Constitución y disolver el Parlamento.