32 arquitectos y cuatro urbanistas inauguran la exposición “Arquitectura y Urbanismo. Tesis de ayer, hoy”, en el Museo Nacional de Arquitectura Juan Pedro Posani (Musarq). La muestra presenta proyectos arquitectónicos que datan de tres décadas y su impacto en la arquitectura contemporánea.
La exposición ofrece una ventana al contexto académico y creativo de una época, explorando las exigencias temáticas y metodológicas que regían la formación de futuros arquitectos. Asimismo, permite apreciar las problemáticas abordadas y las soluciones propuestas para los desafíos urbanos y sociales de aquel entonces.
La arquitecta Hersilia Barbosa, en el texto de sala, destaca los cambios significativos en la disciplina a lo largo de los años. “En un mundo anterior a la masificación del diseño digital, estos trabajos nos recuerdan la importancia del dibujo técnico, la perspectiva y la tridimensionalidad analógica, como pilares fundamentales de la comunicación arquitectónica”, subrayó.
La muestra cuenta con la participación de la reconocida arquitecta Helene de Garay, quien, con 50 años de trayectoria, obtuvo el Premio Internacional en la Bienal de Arquitectura de Quito en los años 90 por su trabajo en el edificio “La Fosforera”. Este galardón la distinguió entre 300 proyectos de arquitectos de más de 17 países.
“Esta profesión yo la he dividido en dos: 25 años trabajando en analógico y 25 años trabajando en lo digital. Todos nos debemos adaptar a las nuevas tecnologías, pero, en mi caso, aunque trabaje con lo digital, no dejo de usar mis lápices y papel como se hacía a la antigua. (…} Para mí, una de las grandes diferencias de la arquitectura del ayer a la de la actualidad, es la investigación, debido a que, con la tecnología, he visto como muchos se van directo a la computadora sin analizar su entorno, el terreno in situ, en qué se pueden inspirar, es decir, la investigación profunda ha quedado un poco soslayada”, comentó de Garay.
Alejandro López, director general del Musarq, explicó que el propósito de esta exposición, previa a la era de la digitalización, es fomentar el espíritu crítico en los estudiantes. La muestra busca que los jóvenes reflexionen sobre las diferencias en los instrumentos utilizados en el pasado y cómo, a pesar del avance tecnológico actual, se puede lograr un equilibrio entre la arquitectura de décadas anteriores y la contemporánea.
“Con esta exposición formulamos la idea para que los estudiantes puedan ver la diferencia de la arquitectura de antes a la actual y, cómo debería ser el camino a transitar en un futuro. Esto es una labor constante de comunicación, de debates, de estar intercambiando ideas con el fin de generar diversas visiones de trabajo (…) lo que debemos tener en cuenta es que la tecnología debe de ser vista como una herramienta de trabajo, más no como un fin en sí, es decir, que nuestros estudiantes y profesores fomenten la importancia del pensamiento crítico”, puntualizó el directivo del recinto arquitectónico.
El Musarq invita a la ciudadanía a ser parte activa de esta muestra expositiva, que incluirá conversatorios y visitas guiadas con los arquitectos participantes. Como destacó Hersilia Barbosa, “esta exposición es una oportunidad única para apreciar la evolución de la disciplina, permitiéndonos reflexionar acerca de cómo las herramientas y las exigencias han moldeado la práctica arquitectónica a lo largo del tiempo”.



