Para las y los venezolanos es un honor levantar una vez más la bandera de la libertad, y a la cabeza, un maestro de la vida y con muchos sentimientos hacia nuestro pueblo de manera especial, y hacia los pueblos del mundo con una clara óptica y manejo de solidaridad internacional, que ha permitido colocar a nuestra nación no solo como protagonista, sino como vanguardia de los acontecimientos en todos los escenarios y foros, convirtiéndonos en el epicentro de cambios cualitativos, dejando huellas muy profundas para las futuras generaciones.
El Comandante Chávez es en definitiva, y con el reconocimiento mundial, referencia y figura emblemática de lucha por la justicia, por la independencia y contra el colonialismo en todas sus formas, dejando claro que la habilidad del imperio no tiene límites en sus ambiciones.
A la oposición en Venezuela no le cabe la palabra oposición, y digo eso haciendo una breve revisión y reflexión de la oposición en otros países, donde se puede constatar, por ejemplo, que una izquierda francesa o la derecha francesa, a la hora de la chiquita defienden a su Francia. De igual modo, tanto la derecha alemana como la izquierda, defienden en todo momento a su Alemania. Y así ocurre en Italia, Grecia, España, Portugal, la India, China, Japón, etc.
Por lo tanto, la categoría exacta seria operadores de carteles, disfrazados con la palabra oposición.
Por esa y muchas razones, el próximo 7 de Octubre debe ser una fiesta popular, por la reafirmación de nuestra independencia, demostrándole al imperio, a los clubes de conspiración sus operadores y algunos traidores, que no hayan como esconder sus panzas verdades, ya que el pueblo los tiene bien identificados, que en Venezuela no tienen y no tendrán vida.
Nuestro pueblo está decidido a ser libre. Venceremos.