El 27 de octubre fue hallado su cadáver en una playa de Lecherías|A medio siglo del atroz asesinato de Alberto Lovera

Hace 50 años, el 27 de octubre de 1965, fue hallado el cadáver de Alberto Lovera, en una playa de Lecherías, en las inmediaciones de Barcelona. El dirigente comunista fue asesinado en manos del puntofijismo.

Al ser encontrado el cadáver tenía los brazos y las piernas encadenadas y un pico de albañilería atado al cuello, practica que aplicaba la policía política del gobierno puntofijista, para desaparecer a luchadores sociales, sindicales y a quien se les opusiera.

Alberto Lovera nació en 1923 en la Isla de Margarita. Desde muy joven estuvo vinculado a las luchas emprendidas por los trabajadores portuarios y pescadores del oriente del país. Fue dirigente revolucionario surgido de la clase obrera petrolera venezolana que fundó varios sindicatos petroleros en el estado Zulia, al tiempo que fue cofundador de la Juventud Comunista (JCV) en 1947.

Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez jugó un activo papel en la resistencia. Participó en la dirección de la huelga petrolera de 1952 y en numerosas acciones de la clandestinidad. En los años sesenta tuvo bajo su responsabilidad la Secretaría General del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en Caracas, y fue miembro del Buró Político de dicho partido.

En Venezuela, la CIA se enfocaba en la persecución y el monitoreo de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y específicamente de su líder, Alberto Lovera, quien fue entregado por elementos infiltrados en el PCV.

El 17 de octubre de 1965, Alberto Lovera es detenido en Caracas por funcionarios de la Digepol (Dirección General de Policía), y trasladado a las instalaciones de esta, donde comienzan a torturarlo durante nueve días consecutivos, hasta que lo asesinan. El 27 de octubre de 1965, apareció sumergido su cuerpo en las costas del estado Anzoátegui.

El cadáver de Alberto Lovera tenía la cara y las manos destrozadas totalmente, para evitar ser identificado a través de sus facciones, estudios dentales o a través de sus huellas digitales. Sin embargo, la medicatura forense logró determinar que éstos pertenecían al dirigente político.

En las torturas y asesinato de Alberto Lovera estuvieron directamente implicados los comisarios de la Digepol J.J. Patiño González, Carlos Vegas Delgado (“El Capitán”), Alberto Ochoa, José R. Antúnez y Carlos Quintero.

Las investigaciones que permitieron descubrir el más horrible crimen cometido durante los gobiernos de AD se debieron a la incansable labor de su viuda María del Mar de Lovera.

T/CO con información Aporrea
F/Guacamayaroja