Pequeñas cooperativas, bodegas, comerciantes y abastos que operan en sectores populares pueden comprar alimentos al mayor en las redes del Estado, como parte del Sistema de Abastecimiento Seguro activado por el Ejecutivo Nacional para enfrentar el contrabando de extracción de productos básicos y su reventa, y así garantizar el acceso del pueblo a los alimentos a precios subsidiados y regulados ofrecidos por el Gobierno.
Entre los requisitos que deben cumplir los abastos para optar a este beneficio están una carta de residencia emitida por el Consejo Comunal y el aval de éste sobre las condiciones de infraestructura y buen funcionamiento del establecimiento, indica una nota de prensa de la red estatal Mercados de Alimentos (Mercal).
También deben consignar su Registro de Información Fiscal (RIF), mercantil y de la cooperativa; copia de la cédula de identidad de sus representantes legales; no presentar deudas ni estar objetado por ningún ente del Estado.
Asimismo, tendrán que firmar un contrato con Mercal, la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) o Abastos Bicentenario para concretar la compra, y efectuar el pago de los productos de contado.
MÁS DE 193.000 INSCRITOS
Hasta el final de la jornada de este martes, 193.951 venezolanos estaban inscritos en el Sistema Superior de Abastecimiento, que abrió sus inscripciones a comienzos de mes, indicó el ministro de Alimentación, Félix Osorio, vía Twitter.
A través de 156 puntos de inscripción en todo el país, los usuarios de la red pública de alimentos pueden apuntarse en el sistema, que incluye un registro de sus huellas dactilares.
Además, llenan un cuestionario que le permite al ministerio obtener un mapa socioeconómico de los ciudadanos que compran en los establecimientos del Estado. Sólo deben informar sobre su lugar de residencia, cargas familiares, profesión y estatus de vivienda.
El vicepresidente de Gestión Institucional de Mercal, Ronald Rivas, ha resaltado que el Sistema tiene como objetivo «mejorar la capacidad de atención al pueblo venezolano, con la distribución equitativa y justa de los alimentos».
De igual manera, el viceministro para la Producción de Alimentos, Carlos Franklin Celis, ha destacado que no se trata de un sistema de racionamiento, pues no se pretende ni racionar ni condicionar las compras. «Por el contrario, lo que se persigue es minimizar el contrabando de extracción, el ‘bachaqueo’ y la reventa de los rubros de la cesta básica suministrados por el Gobierno Bolivariano», enfatizó.
Las autoridades han denunciado que cerca de 40% de los alimentos subsidiados por el Estado traspasan las fronteras del país debido a su bajo costo y son revendidos a precios muy superiores, lo que afecta el abastecimiento en la nación.