Ayer se celebró el foro Paramilitarismo, crónica de una muerte anunciada en el centro de desarrollo Comunicacional Ciudad Valencia, donde varios ponentes desnudaron las prácticas, los presuntos aliados y los impulsores de este fenómeno violento.
La periodista Hindu Anderi aseveró que desde los movimientos populares se ha venido denunciando el supuesto ingreso de factores paramilitares que buscan afectar la tranquilidad y la paz de Venezuela.
Esos factores apoyan un plan bien estructurado que también posee mucho tiempo avanzando para derrocar a la Revolución Bolivariana, “pues este es un Gobierno que no termina con Hugo Chávez, sino que es un proyecto que se le da continuidad con Nicolás Maduro”, enfatizó.
En estos 15 años de Revolución se ha observado la dimensión de la infiltración paramilitar, que en su opinión, ha aumentado progresivamente.
Se refirió al asesinato del diputado socialista Robert Serra y su compañera de lucha, María Herrera. “La ejecución de este abominable crimen nos da a nosotros mayores elementos para entender que efectivamente aquí hay un plan paramilitar en marcha, que se viene aplicando desde Colombia”.
Anderi aclaró que semejante práctica no proviene del pueblo colombiano sino de factores conectados presuntamente con Álvaro Uribe, “quien había declarado la guerra a Hugo Chávez hace mucho tiempo atrás”.
AUMENTAR LA SEGURIDAD Y LOS CONTROLES
El jefe del departamento de investigación del diario Ciudad Valencia, Jorge Chávez, propuso contrarrestar el paramilitarismo desde dos vertientes de acción. “El Gobierno ha sido extremadamente permisible con el ingreso de ciudadanos y ciudadanas de otros países. Lo sé por experiencia propia”.
Hoy, “por la apertura de los acuerdos internacionales cualquiera entra a Venezuela. Pero el problema es que se queda. El problema es que no hay que olvidar que aquí hay una población de casi 5 millones de colombianos, la gran mayoría gente trabajadora, luchadora, pero una mínima porción ha llegado hasta someter a sus propios coterráneos”, analizó.
Chávez recomendó ajustar las autorizaciones de ingreso, la expedición de visas, que permitan hacer una revisión de la persona que entra, y así poder verificar sus antecedentes. El otro frente de lucha es “aumentar la organización popular”.
Es decir, las comunas, los sindicatos, los trabajadores, la ciudadanía, esté o no con el proceso de cambios, deben ejercer la contraloría social, reiteró. Porque el paramilitarismo no discrimina a la hora de asesinar o extorsionar a alguien, sea de la tendencia política que sea, razonó el veterano comunicador social.