Columna El sur también existe|El arte de la guerra (Opinión)

El objetivo más débil de todo ser humano es su sustento. Su necesidad de alimentarse. Atacarlo es minar la moral del individuo y a gran escala, de la sociedad. La derecha nacional e internacional sabe de esos principio escritos hace ya muchos siglos en la antigua china por Sun Tzu. Si bien la oposición venezolana se caracteriza por la torpeza política, no podemos subestimar que con los años han perfeccionado algunas estrategias.

Uno de sus principales frentes ha sido el de la alimentación. Desde hace ya varios años han jugado al desabastecimiento programado. En el interior del país se arreció a fines de 2011 de cara a las elecciones del año 2012, en las que el comandante Hugo Chávez acrisoló una identidad política que le brindó la sólida victoria que todos sabemos. La ciudad capital se mantuvo relativamente a salvo de la escasez en diversos productos.

Pero luego de la partida física de nuestro máximo líder, todas las baterías de los poderes económicos se han enfilado en acabar con el gobierno del presidente Nicolás Maduro y dar al traste con la Revolución Bolivariana. Para ello, han acudido a la estrategia de guerra más milenaria: minar la moral del pueblo chavista. Someter a la población a la falta de alimentos, teniendo que pasar por una verdadera tortura moral al tener que hacer inmensas colas, andar en modo cacería para abastecerse de un producto acá y otro allá, agota la moral de mucha gente.

No podemos hacer caso omiso a eso. A esta altura no hemos logrado establecer estrategias que nos garanticen la tan anhelada soberanía alimentaria que tanto pidió Chávez y que aún vemos lejana. Por otra parte, hay que sincerar la estrategia comunicacional del Gobierno. La comunicación del Estado se ha fosilizado y vemos como se repiten todos los formatos, palabras y discursos, pero no estamos atendiendo la estrategia que nos permita derrotar al enemigo.

El presidente Maduro ha enfrentado un demonio de mil cabezas, pero no puede descuidar bajo ningún concepto la moral del pueblo. La hiperinflación inducida, el desabastecimiento descarado y todas las estrategias de la derecha para derrotarla, necesitan respuestas contundentes, que el pueblo sienta y sepa lo que se está haciendo y que se sume al combate para derrotar la conjura.

T/ Ramón Alirio Contreras
alirio.contreras@gmail.com