El candidato por el Gran Polo Patriótico (GPP) por el estado Barinas, Asdrúbal Chávez, denunció que el objetivo de la derecha venezolana, de ganar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, es atacar el corazón de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
«Si le pusieran las manos a Pdvsa desaparecerían los grandes programas sociales y revolucionarios. Tienen el objetivo de atacar a la industria petrolera y después se daría un efecto dominó», alertó, al ser entrevistado en el programa Pueblo Valiente, transmitido por el canal regional Telellano.
Sin embargo, señaló que el pueblo venezolano está consciente y entiende que para estos comicios la patria está en juego, «que la guerra económica está montada por la derecha y está claro de que sólo en revolución puede ser superada», refiere una nota de prensa del abanderado revolucionario.
Por su parte, la candidata por el circuito 2, del eje andino, Zulay Martínez, comentó que los aspirantes de la derecha por el estado Barinas se han negado a aprobar los créditos adicionales destinados a la inversión social.
«Estos no son cuentos, ellos quieren apoderarse de la industria petrolera. Por eso estamos en batalla, porque las conquistas que obtuvimos con (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro no las vamos a dejar perder», indicó.
Gracias a los programas sociales impulsados por la Revolución Bolivariana han sido dignificados 2,6 millones de pensionados; entregado 800.000 unidades habitacionales a igual número de familias a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y la matrícula universitaria se ubica en 2,5 millones de estudiantes.
La oposición venezolana se ha negado de manera consecutiva a aprobar créditos adicionales presentados en la Asamblea Nacional para el incremento del salario mínimo, el financiamiento a la Gran Misión Vivienda Venezuela, y los programas sociales destinados a garantizarle al pueblo la mayor suma de felicidad posible.
Además, la derecha se opone a que en el Parlamento se adopten medidas para proteger el bolsillo de las grandes mayorías ante los embates de la guerra económica y se negó a la aprobación del presupuesto de 2016.