Hasta la fecha ha otorgado cerca de 180 mil créditos|El Banco de Desarrollo de la Mujer quiere seguir existiendo

En muchas cosas coincidieron el presidente Hugo Chávez y la economista Nora Castañeda, pero hay una de ellas que se convirtió en una estructura claramente definida y con el objetivo claro de empinar a las mujeres por encima de la pobreza: el Banco de Desarrollo de la Mujer.

En estos tiempos en los que se habla tanto de los legados, el de Castañeda -fallecida este año- no queda fuera de la discusión. El Banco de Desarrollo de la Mujer se justificaba y se sigue justificando, señala la luchadora Lídice Navas, gerente general de la institución.

Aun cuando se anunció que se fusionaría con otro organismo de la banca pública, Navas insiste en que una institución como esa está contemplada en el Plan de la Patria y tiene más vigencia que nunca como herramienta para el crecimiento nacional.

“Nosotras tenemos propuestas a partir del aprendizaje de las usuarias. Nosotras tenemos un planteamiento que le queremos hacer llegar a nuestro presidente Nicolás Maduro, sobre lo que debemos hacer desde este banco”, señala Navas en conversación con el Correo del Orinoco. La propuesta busca evitar la fusión; por el contrario, sus trabajadoras y trabajadores quieren fortalecerlo y desarrollarlo más, así como dar un salto respecto a los montos de financiamiento. En la misma dirección plantean créditos por proyectos y un acompañamiento más fuerte.

“No está Nora, pero Nora orientó nuestro trabajo y orientó la visión. Y además, Chávez también lo dejó orientado en el plan de la patria” al hablar acerca de “una nueva arquitectura financiera, configurando redes de organizaciones económico-financieras que gestionen los recursos financieros y no financieros”.

Cabe destacar que hasta la fecha se han otorgado cerca de 180 mil créditos y se ha beneficiado a más de 250 mil mujeres, calcula. En la institución laboran unas 250 trabajadoras y trabajadoras, incluidas las promotoras.

PROYECTOS A LA ESPERA

Por ello, proponen que continúe “como Banco de Desarrollo de la Mujer, porque es el único país donde hay un Banco de Desarrollo de la Mujer con estas características” y porque las mujeres, “que somos la mayoría de la población, podemos asumir, estamos en capacidad de asumir la defensa económica de este país, la construcción de la nueva economía”.

-¿En esta etapa del país se necesita el Banco de Desarrollo de la Mujer?

-Se necesita el Banco de Desarrollo de la Mujer por el acumulado, por la experiencia acumulada; por la visión, además, de desarrollo integral de las mujeres.

Navas espera tener la oportunidad de explicarle el proyecto al presidente Nicolás Maduro, al igual que a las ministras y a los ministros que integran el Gabinete Social y el Gabinete Económico. “Lamentablemente no hubo tiempo como para que Nora lo hiciera; la vida no le dio tiempo a Nora como para que el Gabinete Económico y el Gabinete Social la escucharan”, lamenta.

La gerente aclara que la posición de quienes defienden la continuidad del banco no es negar el financiamiento para la industrialización ni los proyectos a gran escala. “No es que no se requiera la industrialización. Se requiere la industrialización del país y las mujeres también van para allá; se requiere la gran industria, la gran empresa”, resume, pero también es perentorio otorgar recursos a la población en pobreza, para el ejercicio de sus potencialidades.

-¿Y pueden convivir los grandes proyectos de industrialización con los emprendimientos que ha financiado el banco?

-Así es, exacto. Son los de los Consejos Comunales y las comunas, comunas en proceso de construcción. Por supuesto, eso requiere también la recuperación de la cultura del trabajo, porque no puede ser que todo el mundo tenga que trabajar en una institución.

De manera prioritaria se tendría que fomentar la producción de alimentos, con la confección y los servicios en segundo y tercer lugar, respectivamente.

-Esas serían las prioridades de ustedes.

-Sí. ¿Por qué? Porque esas son las actividades económicas que potencian el desarrollo económico de un país.

Para Navas hay que continuar sosteniendo proyectos de mujeres en pobreza extrema, pero también los de las mujeres en mejores condiciones socioeconómicas. Ahora, según puntualizó, hay unas 3.300 féminas “en condiciones de pobreza extrema que nuestras promotoras han atendido en las bases de misiones y que están esperando por financiamiento cuando se decida esta indefinición”.

Aclara que las trabajadoras y los trabajadores del banco respaldan esta posición (además de 10 mil firmas recogidas) pero tampoco están cerrados a otras ideas para mejorar sus tareas.

“El Banco de Desarrollo de la Mujer, por todo esto que hemos dicho, tiene vigencia, es un legado de Chávez y es un legado de Nora Castañeda. Y ese legado de Chávez está aquí, está en el plan de la patria”, remarca.

De fusionarse con otro banco, advierte Navas, “desaparecería una instancia microfinanciera creada por el presidente Chávez”. Por otra parte, este es un banco creado “desde la visión de misión social” para respaldar a quienes han sido excluidas por ser mujeres, por ser pobres y por no cumplir con los requisitos que impone un banco comercial.

ELLAS, ADALIDES CONTRA LA POBREZA

Todo el mundo sabe, refiere Navas, que en la población de mujeres es en la que “se refleja más la pobreza extrema, no solamente porque es la población mayoritaria, sino porque además la mayoría de los hogares son conducidos por mujeres solas”.

Con base en la experiencia del banquero Muhammad Yunus en Bangladés, Chávez consideró que mediante un banco que sostuviera proyectos de mujeres se podría contribuir con la construcción de la economía desde lo pequeño. “Nora planteaba que eso era posible desde lo pequeño; es decir, desde las pequeñas unidades socioproductivas, desde los pequeños emprendimientos socioproductivos y por eso es que se comienza con pequeños créditos”.

Pequeños créditos, rememora la dirigente, hicieron grandes cambios. Muestra de ello son las productoras de Vargas, quienes recibieron un crédito inicial de 500 bolívares y hoy tienen, incluso, un vehículo para trasladar su producción y un parador turístico en El Junquito. Eso “lo veo como una experiencia emblemática; no solamente por lo exitoso, lo exitoso desde el punto de vista productivo, sino exitoso también desde el punto de vista organizativo y de la transformación integral de ellas como mujeres”, recalca.

Darles poder financiero a las mujeres es beneficioso para el país, argumenta Navas. “La mujer mundialmente ha demostrado unas capacidades para administrar y para resistir; para la protección de su familia, el cuidado de su familia”, enumera, además de “un sentido de solidaridad y de responsabilidad con los compromisos que asume”.

Ellas, al recibir un crédito, saben que lo deben pagar para que otras mujeres también puedan acceder a recursos. Además, “esas mujeres que estuvieron excluidas históricamente pareciera que les hubieran quitado una camisa de fuerza y comenzaron a desplegarse y a incorporarse a una diversidad de organizaciones comunitarias”, así como a incorporar a otras que tal vez no se atrevían a dar el paso.

PRIORIDADES PRIRIZADAS

Cuando el banco nació, en el año 2001, se financiaron fundamentalmente actividades de comercialización, compra y venta. “Pero en la medida en que las mujeres fueron entendiendo el mensaje del Presidente -que lo que el pueblo más necesitaba era la producción de alimentos, la confección de ropa y de calzados- en esa medida las mujeres cambiaron el tipo de actividad económica, socioproductiva y comenzó entonces a avanzar, a colocarse en primer lugar, o en segundo lugar, o en tercer lugar la producción de alimentos, la manufactura y los servicios”, describe.

En 2010 la actividad económica productiva que ocupó el primer lugar para el banco fue la producción de alimentos. Un año después ascendió la manufactura, que sigue a la cabeza.

Las mujeres que optan por el financiamiento del Banco de Desarrollo de la Mujer son las que se encuentran en pobreza extrema, y también, en pobreza. No hay límite de edad para solicitar un apoyo de la institución, ni trámites engorrosos que ahuyentan desde la puerta.

Antes de que se agravara su estado de salud, Castañeda había avizorado que no bastaba con producir, porque también había que pensar en la distribución. Pero “en la medida en que la guerra económica -que no se inició con Maduro, la guerra económica se inicia con el mismo Chávez- mantuvo el control de la distribución y la comercialización, en esa medida se comenzó por parte nuestra, por parte de Nora, a intensificar la formación de las usuarias, encaminadas a asumir no solamente la producción, sino la distribución”, rememora.

Esto, cita Navas, es lo que Castañeda llamaba producción con P mayúscula, que implica “la producción propiamente dicha, la distribución, la comercialización” y el consumo de lo necesario. La mujer que se incorporara a una actividad socioproductiva “tenía que desarrollar todo ese proceso”, describe la dirigente.

Para hacerlo se requiere, como lo señala Navas, tanto maduración política como maduración organizativa de toda la población, “y el salto cualitativo, aunque se venía desarrollando, no fue tan intensivo ni por parte de las comunidades organizadas, entre ellas las mujeres, pero tampoco por parte de las instancias del Estado”.

De acuerdo con su visión, en el país “nos agarra la guerra económica sin que esa producción con P” no apelara “a intermediarios que encarecieran los productos o los desaparecieran, que es lo que ha estado sucediendo”.

Formar la cadena completa, que comienza con la producción y culmina con la distribución del bien, “requiere un nivel de organización mayor por parte de las unidades económicas asociativas, no solamente en cantidad sino en calidad”, así como también “un mayor músculo financiero por parte del Estado, por ejemplo, para garantizar el transporte”. Transporte que, a su juicio, puede funcionar por parroquia y puede ser otorgado por instituciones diferentes del Banco de Desarrollo de la Mujer. “En eso estamos trabajando, eso es parte del fortalecimiento”, resalta.

Otro punto del trabajo es el intercambio con varias comunas en proceso de construcción, como es el caso de la comuna de San Juan y sus relaciones con productoras y productores de leche y de queso, con pescadoras y pescadores del oriente del país.

PALABRA CLAVE: ACOMPAÑAR

La institución ofrece créditos de 10 mil bolívares para proyectos individuales, de 100 mil bolívares para unidades económicas asociativas y de 500 mil bolívares para empresas de propiedad social o unidades de producción familiar.

¿Realmente esos montos ayudan a sostener un proyecto? “Sí”, contesta Navas.

Para que funcione, y así lo revela la experiencia, el banco garantiza el acompañamiento de las promotoras y de otras organizaciones aliadas, precisa. “Pero además hay seguimiento, evaluación y control, y eso también es con base en la responsabilidad compartida entre diversas instituciones”, insiste, ya que “no basta lo financiero y eso nos lo demuestran las mismas usuarias”.

Hay 121 promotoras para todo el país: “Los 335 municipios son atendidos, las mujeres son atendidas. Son 335 municipios con 121 mujeres que no tienen carro, no tienen vehículo, corriendo los riesgos que tengan que correr, en los ríos, en el mar y por donde sea; esas son nuestras promotoras”. Se han creado más de 2 mil redes de usuarias, que reúnen a 6.464 mujeres organizadas en redes y más de 229 hombres. Porque, aun cuando el banco es para atender a las mujeres, si hay hombres en las unidades productivas también serán beneficiados.

T/ Vanessa Davies
davies-v@correodelorinoco.gob.ve
F/ Héctor Lozano

el banco de la mujer A mi me dieron un credito y ya lo pague hace años, ahora no estan trabajando porque lo quieren fusionar y necesito otro micro credito poirque los demas bancos piden demasiados papeles, y me faltan varios