El polémico abogado y político Braulio Jatar vuelve al escenario público. Esta vez no es señalado por proponerle un soborno a un reconocido empresario acusado de irregularidades administrativas y ecocidio en torno a la construcción de una carretera. Tampoco aparece vinculado, como en 1991, con la exigencia de 250 mil dólares a cambio de evitar que la denuncia contra el empresario progresara, evitar así que el caso llegara a tribunales. Ahora no pudo escapar a Miami como lo hizo ese año para eludir la subsiguiente investigación derivada del caso de extorsión: fue detenido por las autoridades, acusado de presunta legitimación de capitales, a razón de una elevada cantidad de dinero detectada en su vehículo.
No fue registrado en flagrancia en video gestionando un soborno. En esta ocasión sus “defensores” alegan que fue detenido por presentar un video, en el cual supuestamente el presidente de la República era caceroleado por opositores en la población de Villa Rosa, en la Isla de Margarita.
Los líderes opositores ni las redes sociales opositoras refieren que el video, presentado por Braulio Jatar, editor del periódico digital Reporte Confidencial, fue manipulado para hacer creer que se trataba de una acción de repudio contra el mandatario nacional, que en realidad trotaba acompañado por sus seguidores. Según el video manipulado, que se haría viral entre quienes adversan al gobierno, el presidente de la República, Nicolás Maduro, fue caceroleado el viernes en la población de Villa Rosa, en la Isla de Margarita.
La manipulación del video fue oportunamente demostrada en el espacio La Hojilla, que modera Mario Silva, el sábado 3 de septiembre, mostrando al presidente compartiendo y trotando con sus seguidores, momentos en los cuales pudo inclusive conversar con algunos moradores opositores, sin que se presentaran acciones de desprecio ni las detenciones que fueron denunciadas por la oposición en sus redes sociales. También se habló de secuestro y desaparición por parte de las autoridades. Particularmente la ONG “Foro Penal” indicó que hubo hasta 40 detenidos, lo cual no pudo demostrar posteriormente.
En 1991, el escándalo de extorsión protagonizada por el político y abogado, ahora investido en las redes como “comunicador social”, no derivó en la aplicación de justicia. El gobierno del entonces presidente Rafael Caldera lo indultó, y pudo regresar al país, alegando problemas de salud, sin ni siquiera medida sustitutiva de libertad. Tuvo además el descaro de reclamar al periodista que lo grabó en flagrancia cometiendo la extorsión. Ahora recibe apoyo y “voces de solidaridad” provenientes desde otros países, donde desconocen el historial del personaje, siendo dinamizadas por la oposición venezolana.
Niegan que esté involucrado en legitimación de capitales, que es la razón por la cual está presuntamente investigado. ¿Será casual que la Isla de Margarita, como sede de la próxima reunión del Movimiento de Países No Alineados (Minoal), sea un contexto de actuación irregular de los políticos opositores?.