La coordinadora de la Cátedra Libre África en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Flor Márquez, afirmó que esta iniciativa del Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora, que dirige el vicecanciller para África, Reinaldo Bolívar, ha dotado a las y los estudiantes de herramientas para enfrentar las nuevas formas de dominación que han surgido en los últimos años.
“La guerra de cuarta generación es el brazo armado de la neocolonización, por eso, si lo analizamos desde el punto de vista histórico, la cátedra está aportando su grano de arena para visibilizar y entender estas nuevas formas de dominación”, apuntó.
Consultada por el Correo del Orinoco, dijo que también ha habido un importante apoyo desde los movimientos afro, desde la cátedra y desde el Centro de Saberes Africanos, “para identificar esos mecanismos sutiles que utiliza la guerra de cuarta generación” con el objetivo de crear confusión.
La cátedra, precisó Márquez, “es el resultado de una política que, dentro del reconocimiento y autoreconocimiento cultural desde la venezolanidad y desde los preámbulos de la Carta Magna, establece que somos una sociedad multiétnica y pluricultural”.
Esta propuesta educativa, que hasta el momento ha capacitado a unos 180 estudiantes, “llega a la UBV como otro de los elementos fundamentales para crear la conciencia y la reflexión de lo que somos como venezolanos y venezolanas”, detalló.
Flor Márquez indica que esta ha permitido hablar de la africanidad, tema que en su opinión “se había quedado en el aspecto folklórico” y que ahora implica el planteamiento de nuevas teorías.
Por otra parte, eeñaló que el autoreconocimiento de las y los estudiantes como afro, ha reforzado la construcción teórica que es prioritaria en este momento para comprender la africanidad.
“Acoger esa otra información que había sido negada históricamente ha generado muchas reflexiones, intervenciones y propuestas que son fundamentales desde la Bolivariana y desde la cátedra, como un aporte al hecho cultural venezolano”, acentuó.
Sostuvo que ha habido mucha receptividad e interés por la cátedra, aunque no deja de reconocer que “ha costado un poco la participación porque nuestras instituciones todavía están llenas de un burocratismo que nos obliga a ir por senderos muy complicados para consolidar espacios de conocimiento”.