A través de un comunicado, Roy Chaderton Matos, representante de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), denunció una nueva arremetida de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra la democracia venezolana.
El texto indica que este miércoles la relatora para la libertad de expresión de la CIDH, Catalina Botero, agredió, previo acuerdo táctico con María Otero, subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Globales de los Estados Unidos, la institucionalidad de Venezuela.
Botero señaló que las reformas de leyes como la de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos y de Telecomunicaciones, aumentan el alcance “restrictivo” sobre los venezolanos.
Al respecto Botero dijo que: “Se están cerrando todos los espacios de deliberación democrática en Venezuela y es muy importante que atiendan el llamado de la comunidad internacional”.
Chaderton calificó estas declaraciones de “deshonrosas” porque la CIDH, presidida por Felipe González, es un organismo que ha servido para desestimar, banalizar y convalidar con su abstención la más grande violación de los Derechos Humanos en la historia de Venezuela en 1989 como fue el caso de “El Caracazo”.
“Una vez más les tomó menos de 24 horas a los burócratas neoliberales opinar sin intentar conocer la versión de la parte difamada, sobre temas de la política interna de Venezuela. Se trata de una práctica inveterada de esos «expertos» en Derechos Humanos y de la Señorita Relatora, que están empeñados y comprometidos en una guerra «privada» contra el proceso bolivariano por encargo recompensado”, finaliza el comunicado.
A continuación el comunicado:
«Una vez más los impúdicos Felipe González, Presidente criptopinochetista de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Paulo Sergio Pinheiro, resentido Relator para Venezuela, personajes al servicio de las estrategias de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América y cómplices silentes de las continuas violaciones de los Derechos Humanos, cometidas a escala interamericana y global por la más violenta potencia militar de mundo, arremeten contra la democracia venezolana y se colocan al lado de la dictadura mediática y de los elementos desestabilizadores nacionales e internacionales que tratan de destruir las instituciones democráticas electas soberanamente por el pueblo venezolano.
Una historia deshonrosa han acumulado algunos miembros de la CIDH en relación con Venezuela; su miserable moral ha servido para desestimar, banalizar y convalidar con su abstención la más grande violación de los Derechos Humanos en la historia de Venezuela en 1989 como fue el caso de «El Caracazo».
Por su parte, en el mismo nivel ético y como complemento siniestro, la Señorita Catalina Botero, haciéndole el juego en la Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH a la iracundia antivenezolana del Señor Álvaro Uribe, agredió hoy al Gobierno democrático de Venezuela, previo acuerdo táctico y en combinación con la Señora María Otero, Subsecretaria de Estado para Democracia y Asuntos Globales de los Estados Unidos.
Una vez más les tomó menos de 24 horas a los burócratas neoliberales mencionados arriba y a la celestina Relatoría para la Libertad de Expresión opinar, sin intentar conocer la versión de la parte difamada, sobre temas de la política interna de Venezuela.
Se trata de una práctica inveterada de esos «expertos» en Derechos Humanos y de la Señorita Relatora, que están empeñados y comprometidos en una guerra «privada» contra el proceso bolivariano por encargo recompensado.
Washington DC, 15 de diciembre de 2010″