Hugo Chávez| Coalición regresiva tramó su derrocamiento

El 11 de abril de 2002 eclosionó en toda su virulencia el bloque tradicional con poder económico y político del país, al concretar su aspiración de deponer al presidente constitucional Hugo Chávez Frías, quien había sido electo por el pueblo el 6 de diciembre de 1998. Si bien el derrocamiento apenas duraría 48 horas, el mismo fue expresión de fuerzas profundas que operan en la estructura económica y social venezolana desde hace mas de cien años.

EN LA HISTORIA DE VENEZUELA

Las causas profundas que originaron el Golpe del 11-A, son las mismas que explican el desamparo al que quedó condenado, por parte de la oligarquía de terratenientes y comerciantes de 1830, el Libertador Simón Bolívar, por temer su proyecto anfictiónico, políticas abolicionistas, educativas y de reparto de tierras a favor de los soldados, viudas y huérfanos de la guerra. Y son las mismas causas que están detrás de la misteriosa bala que asesinó a Ezequiel Zamora, caudillo federal cuyo programa político -por los antecedentes conocidos de su actuación en la rebelión campesina de 1846- debía ser distinto al ejecutado por Juan Crisóstomo Falcón, heredero de la victoria tras la Guerra Federal. Así, la derecha -agitando los miedos de la clase media urbana, promovió consignas como «recuperar la democracia, defender los DDHH y salir del fracasado régimen castro-comunista» (http://www.avn.info.ve/), con las mismas pautas que la oligarquía conservadora empleó contra Ezequiel Zamora “los galos vienen al Capitolio”, “Hay que defender el orden”.

IRREVERENCIA LEGÍTIMA

El Comandante Hugo Chávez asumió la Primera Magistratura con un proyecto de país que privilegiaba a los sectores históricamente preteridos de la sociedad, y vinculándose con lideres y movimientos en el plano internacional, que chocaban con la tradicional línea de alianzas externas de Venezuela. Al zafarse del anillo de intereses que imponían Fedecámaras y los grupos financieros a cada nuevo inquilino de Miraflores, así como de los lineamientos del Departamento de Estado en el orden hemisférico, provocó la hostilidad de dichos factores de poder tradicional.

COALICIÓN REGRESIVA

Detrás de la asonada del 11-A, estaban las fuerzas oligárquicas que, mutando de acuerdo al tiempo histórico, se llamaron mantuanos durante la Colonia; terratenientes, agentes de casa comerciales y caudillos, en la Venezuela agraria del siglo XIX. Y quienes en los últimos cien años se constituyeron en casta de importadores, financistas y banqueros, y dueños de medios de comunicación, en alianza asimismo con rectores de universidades “autónomas”, y jefaturas de los grandes partidos y sindicatos, e igualmente con el sector regresivo del generalato puntofijista. Así, cuando Fedecámaras y la CTV se dan la mano el día anterior al Golpe de Estado, con patrocinio de la jerarquía eclesiástica, daban continuidad a la historia del privilegio y ejercicio del poder como atributo de cenáculos, u oligarquías tradicionales, en el marco de la dominación impuesta a las economías periféricas por las corporaciones financieras y el complejo militar e industrial estadounidense. Y ello explica que el 11 de abril de 2002 una nave militar de bandera de la potencia del Norte, haya sido vista en aguas territoriales de Venezuela.

49 LEYES Y PDVSA

Si bien como desencadenante estructural del 11-A, se encuentra la visión que Hugo Chávez aplicaba y proyectaba para el rescate de la soberanía económica y política de la Nación, hubo dos circunstancias que precipitaron el antagonismo entre el bloque de poder tradicional, y la nueva hegemonía popular que promovía el liderazgo bolivariano. Una, las 49 leyes que con facultades habilitantes dictó el Presidente Chávez ese año 2002, y donde resaltaba la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, uno de cuyos ejemplares fue incinerado en acto televisado por los dirigentes de Fedenaga, aduciendo que el instrumento jurídico atentaba contra el derecho de propiedad, cuando su acción regularizaba la posesión de tierras improductivas y normaba el latifundio.

De otra parte, en medio del conflicto político y de intereses económicos de 2002, estaba el control de Pdvsa, industria fundamental de la Nación. Entonces la empresa matriz de la Nación, la manejaba el grupo de expertos neoliberales que se autodenominaban “Gente del Petróleo”. Para ellos, el Estado debía mantenerse alejado de la gestión hidrocarburífera del país, concebida como ámbito exclusivo de la Gente del Petróleo. De allí que el Comandante Chávez, con sentido histórico y de la oportunidad y en acto de valentía gubernamental, resuelve remover la directiva de Pdvsa, designando como nuevo Presidente al Dr Gastón Parra Luzardo, docente de la Universidad del Zulia y hombre de vocación nacionalista, el cual fue rechazado por la cúpula tradicionalista del sector. Y el conflicto por controlar Pdvsa precipitó los hechos del 11 de Abril.

T/Néstor Rivero
F/Archivo CO

Que recuerdos. Para reflexionar y entender la verdadera situación actual del pais