Por Oliver Reina|Conspiradores (Opinión)

Videos dados a conocer en los últimos días por los cuerpos de seguridad desnudan la confesión de un plan conspirativo irreconociblemente en nuestras tierras y que nos resulta totalmente ajeno. Su naturaleza descarnada y lo revelado en ellos demuestra su origen foráneo y su autoría intelectual: los más recalcitrantes grupos de la derecha encabezados desde Colombia por el paramilitarismo representado en Álvaro Uribe Vélez.

Las acciones concretas pretendidas y desmontadas gracias a las oportunas acciones de los servicios de inteligencia nacionales, sumadas al terrorismo psicológico como el que se sigue intentando imponer con la matriz de un “descontrol epidemiológico responsabilidad de un Estado indolente y despreocupado por su pueblo”, forman parte de un proceso de locura que algunos han querido mantener en escalada, para lo cual no han tenido el menor reparo en manipular a determinados sectores sociales para utilizarlos como carne de cañón, tal como ha sucedido con algunos estudiantes que convencidos de las que creían sus decisiones y proactivos ante una causa que consideraban suya, fueron lanzados a la arena y expuestos como el rostro visible y brazo ejecutor de una jugada en la que apenas lleguen a ser solo peones.

La imputación del delito de conspiración a la rebelión que hoy recae sobre Lorent Gómez Saleh, Gabriel Valle y Ronny Navarro debe llegar también a todos aquellos que se encuentren relacionados a actividades conspirativas.

Imputar solo a los tontos útiles que serían sólo brazos ejecutores equivaldría a un triunfo para los autores intelectuales de estas acciones desestabilizadoras, por lo que es un acto de justicia desenmascarar y llevar ante la Ley a todos aquellos que se han demostrado involucrados en actividades conspirativas, amén de aquellos que resulten señalados por las nuevas investigaciones.

Que los involucrados deben ser responsables de sus actos, claro que sí; que son los únicos o los principales responsables, por supuesto que no.

Como la desgracia al igual que la derrota es huérfana, quienes hasta hace días brindaron apoyo incondicional a los muchachos traicionados por Santos, hoy guardan silencio, les acusan de extremistas y hasta de ser agentes infiltrados del Gobierno. Siempre la misma camarilla, siempre los mismos escudos, siempre la misma cobardía.

Sepan ustedes, sembradores de violencia, que Venezuela es tierra de paz y que TODOS les damos la espalda.

@oliv22