David Nieves, preso político -por su militancia de izquierda- durante la Cuarta República, rechazó que se compare su caso con el de los opositores que purgan condenas por estar implicados en delitos comunes, y que resultaron electos a la Asamblea Nacional en los comicios del 26 de septiembre. Nieves asegura que su expediente como luchador no tiene nada que ver con el arresto actual de Biaggio Pilieri, José Sánchez “Mazuco” y Freddy Curupe, elegidos con los votos opositores por los estados Yaracuy, Zulia y Anzoátegui, respectivamente.
“Es una patraña. Es totalmente distinto lo que sucedió con mi caso, pues yo no estuve inmerso en situaciones de sangre y corrupción”, afirmó Nieves, quien en ese sentido calificó como un acto de mala fe pretender hacer un símil entre la trágica persecución de los revolucionarios por el régimen puntofijista y la situación actual de los presos por delitos comunes.
Nieves, quien ahora se desempeña como cónsul general de Venezuela en Canarias, consideró un error que las instituciones del Estado no hayan inhabilitado a los tres ciudadanos, pese a que son responsables de homicidios y malversación del erario público, no hayan sido inhabilitadas para poder ser electos a cargos legislativos.
En esto “hay responsabilidad del propio Consejo Nacional Electoral (CNE), pues pareciera que los funcionarios encargados de recibir las solicitudes de los candidatos no se dieron cuenta de que estas personas estaban investigadas por crímenes. Pero yo no tengo potestad para decir qué va a pasar. La última palabra la tiene el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”, sentenció.
Lo cierto, afirma Nieves, es que si individuos como Pilieri, Mazuco y Curupe asumen la diputación, no debería extrañar a nadie que en el futuro cercano “un delincuente que tenga recursos económicos como para hacer una campaña electoral se lance a diputado para evadir su deuda con la justicia”.
Vale recordar que “Mazuco”, ex secretario de Seguridad y Defensa Ciudadana de la Gobernación del estado Zulia, es una de las diez personas involucradas en la muerte del funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), Claudio Macías.
Pilieri Giannioto, ex alcalde de Chivacoa (Yaracuy), fue acusado, junto a otras siete personas, por la presunta malversación de un millón de bolívares entre los años 2000 y 2004.
Curupe, ex alcalde del municipio Píritu del estado Anzoátegui y dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, está detenido en Poliguanta y se le acusa de los delitos de concertación de funcionarios con contratista y supuesto enriquecimiento ilícito.
LA MUD LOS DEFIENDE
La autodenominada Mesa de la Unidad sostiene que los tres son “perseguidos políticos” por opinar en contra del Ejecutivo. Una de sus más fervientes defensoras es la diputada electa al Parlamento Latinoamericano, Delsa Solórzano (UNT), quien denuncia recurrentemente “el secuestro” y la “privación ilegítima de libertad a la que están sometidos”.
Fue Solórzano, como vocera de la MUD, quien aludió a los casos de David Nieves y Salom Meza Espinoza, liberados por el voto popular en la década de los años 70; y de Rafael Uzcátegui (PPT), como antecedentes apropiados para exigir al TSJ la libertad de los detenidos.
La representante electa al Parlamento Latinoamericano anunció que la oposición ya tiene preparados “los documentos y los contactos” nacionales e internacionales, que se activarán si el TSJ no se pronuncia a favor de Pilieri, Mazuco y Curupe.
NO HAY PUNTO DE COMPARACIÓN
Fernando Soto Rojas, dirigente político de la izquierda venezolana y diputado electo por el Partido Socialista Unido de Venezuela, sostiene que Venezuela es uno de los pocos países del mundo donde hay verdadera libertad. Al ser consultado sobre si tiene o no legitimidad el reclamo de Solórzano, responde con un contundente “no, absolutamente no; ni en lo más mínimo”.
Al ser Mazuco un preso por corrupción y homicidios, resulta difícil para los dirigentes revolucionarios que se compare su caso con el de David Nieves, quien pagó una condena acusado de un secuestro político (el del industrial William Frank Niehous, supuesto funcionario de la CIA estadounidense).
“No se puede comparar a estos bandidos con David Nieves, quien fue uno de los presos más torturados en la época de Pérez Jiménez (década de los años 50) y en el puntofijismo. Toda su familia fue perseguida”, manifestó el diputado electo.
Soto Rojas considera que a las instituciones del Estado “se les pasó ese ‘strike’ y permitieron la postulación” de presos comunes. “De verdad nosotros todavía somos tontos y pendejos. Pareciera que no entendemos que luchamos contra una oposición que no tiene escrúpulos, y cuyo único proyecto es acabar con la Revolución e imponer el proyecto liberal-burgués, de factura norteamericana”.
¿Y LA PROCLAMACIÓN?
Oscar Figuera, secretario nacional del Partido Comunista de Venezuela (PCV), considera que “el sistema, con su impunidad, no los sancionó y, por el contrario, permitió que pudieran ser candidatos, y ahora diputados y diputadas”. Por lo tanto, insiste en que “tenemos que prepararnos para combatirlos ideológica y políticamente dentro y fuera del Parlamento”.
Reitera que las revolucionarias y los revolucionarios “debemos demostrar que ellos son actores y sujetos al servicio de intereses que no se corresponden con los intereses de nuestro pueblo; que son instrumentos de la contrarrevolución, de la reacción, del retroceso de la sociedad”, enfatizó.
Figuera recalca que ahora, más que nunca, es imperativa la conformación de un instrumento cohesionador como el Polo Patriótico, propuesta formulada por el Jefe del Estado.