Por Beatriz Aiffil|La Fanon (Opinión)

La Fanon otra vez por estos lares. Cosa buena. Otra vez con nosotros que tanta falta tenemos de que se nos mueva el piso.

Compartimos con ella otro congreso, un congreso más pero que también nos hace falta para ver más o menos por dónde vamos. Esta vez fue el II Congreso Internacional sobre Saberes Africanos Caribeños y de la Diáspora, organizado por el Centro de Saberes Africanos. Nosotros en el Instituto Nacional contra la Discriminación Racial, revisamos el programa, escogimos los temas de nuestro interés y nos fuimos.

El segundo día estuvo Mireille Fanon exponiendo sobre los conceptos y propuestas de su padre: Frantz Fanon. Quien no haya oído de Frantz Fanon por favor,al menos gugléelo. Frantz Fanon es el autor de Piel negra, máscaras blancas. Es un hombre que hablaba sobre la liberación de los pueblos, sobre la ruptura con los valores de Occidente, sobre la destrucción de las estructuras que reproducen la dominación, sobre la liberación de los oprimidos y por ende, de sus opresores. Ese es el grande Frantz Fanon. Pero gugléenlo al menos, porque hay más, mucho más.

El tercer día tuvimos a Mireille Fanon exponiendo sobre el Decenio Afrodescendiente. Quien no haya oído del Decenio en cuestión les cuento que acaba de comenzar este año. Se supone que bajo los ejes de Reconocimiento, Justicia y Desarrollo tendremos que levantar planes de acción para nuevas conquistas. Así lo estamos haciendo.

Mireille Fanon es presidenta del grupo de expertos sobre afrodescendientes en la Oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos en la Organización de las Naciones Unidas. Para mí, sin embargo, lo más importante es poder leer en su mirada amarilla, algún mensaje que nos envíe el Fanon. Poder desenterrar de ese francés tan francés y nada creole, el mensaje de su papá. Algo que se le haya quedado al Fanon en el tintero y que aflore, ahora en pleno siglo XXI, a través de la Fanon.

Gracias al profesor Reinaldo Bolívar, las mujeres de Trenzas Insurgentes y del Cumbre de Mujeres Afrovenezolanas, secuestramos a la Fanon en el Centro de Saberes Africanos y conversamos, compartimos, disentimos, reflexionamos, acordamos. Batimos nuestros puntos de vista contra la mesa. Nos pasamos el peine y nos desgreñamos, nos quejamos, nos armamos, nos caímos a gritos, a risas, a incomprensiones y entendimientos. Así somos conciencia y corazón. Al final nos abrazamos y salimos cimarronas como siempre a cambiar este mundo.

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