En los últimos tiempos he oído a camaradas, compas y hasta comáis usar el término feminazi. Llama la atención que lo usen tan alegremente, tanto como la rápida proliferación y revitalización de argumentos machistas contra el evidente avance del feminismo socialista dentro de la Revolución. A tres años del “¡Hasta la victoria siempre!” del primer Presidente feminista, quizá del mundo, cada día se hace mas común ver, oír y sentir ataques contra el feminismo. Hoy nos dedicaremos a desmontar uno de ellos.
¿DE DONDE VIENE?
El término comenzó a popularizarse en la década de los años 90 gracias a Rush Limbaugh, un locutor de radio estadounidense asociado a las mas conservadoras de la política estadounidense y ligado al Partido Republicano. Para ser mas exacta el 2 de julio de 1992, día en que en su libro The way Things Ought To be fue publicado, aparece este término por primera vez.
“… (Feminazi) Con frecuencia lo uso para describir a esas mujeres que tienen una obsesión con esa versión moderna del holocausto: el aborto”.
Ahí tienen: el término feminazi nació como una reacción de la derecha radical estadounidense ante las luchas de las mujeres por sus derechos sexuales y reproductivos.
¿QUÉ SIGNIFICA?
Es un acrónimo que surge de la conjunción de las palabras feminista y nazi y en su estructura equipara un movimiento social que ha conquistado derechos fundamentales para la mitad de la población; es decir, las mujeres: como lo son educación en todos los niveles, incluyendo los universitarios; derechos políticos como el del voto; derechos económicos como el de poder tener bienes y administrarlos sin tutoría masculina; con un régimen totalitarista que planteó el exterminio de grupos culturales como los gitanos, judíos y afrodescendientes entre otros detalles que tenían su ideológica sobre la “raza superior aria”.
PERO ¿EN SERIO NO SON NI UN POQUITO ASÍ?
El feminismo no propone la superioridad de las mujeres sobre los varones. Las medidas de discriminación positiva como cuotas de representación, protecciones laborales, como para el amamantamiento, lo que buscan es zanjar la brecha de derechos y oportunidades entre las mujeres y los varones, esperando que en un futuro las desventajas que tienen las mujeres producto del sistema patriarcal desaparezcan.
¿QUÉ DESCUBRIMOS CUANDO ALGUIEN NOS DICE FEMINAZI?
Cada vez que oímos de alguien que le dice feminazi a una mujer sabemos que ella es radical y vertical en sus posturas, que no se deja doblegar y, sobre todo, que es acertada en sus cuestionamientos. Tanto como nos dice que quien usa el término es una persona que realmente o no sabe de que estamos hablando cuando decimos “revolución”.
El uso del término feminazi en cualquier espacio y tono no es sino el grito desesperado del patriarcado por detener la revolución dentro de la Revolución, sobre todo cuando esta amenaza espacios fundamentales para los cambios culturales como lo son universidades.