Respondieron al anuncio de Maduro|Grupos violentos se retiran voluntariamente de Plaza Altamira y vuelve la paz luego de un mes de revueltas

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Los vecinos de la plaza Altamira en el municipio Chacao, estado Miranda, podrán descansar con tranquilidad desde este sábado, dado que los grupos violentos que desde hace un mes convulsionaban los alrededores, se retiraron voluntariamente.

Así lo anunció el canal estatal Venezolana de Televisión durante un contacto informativo realizado desde este simbólico lugar que ha utilizado la oposición como bastión. En el contacto se mostraron imágenes  del lugar y de las avenidas aledañas, con un tráfico vehicular totalmente normales.

Esta tarde, el presidente Nicolás Maduro anunció la disposición del Gobierno Bolivariano de actuar con la fuerza pública para retornar la paz a este lugar.

“No me voy a dejar chantajear (…). Vamos a capturar a todos los violentos, los terroristas, los asesinos. Lo vamos a hacer con la constitución en el corazón, respetando todos los derechos humanos. El primer derecho humano que vamos a hacer respetar es el derecho a circulación, el derecho de los niños a ir a las escuelas”, aseguró el Jefe de Estado.

El domingo anterior, grupos violentos de antichavistas quemaron el puesto de control del Metrobús en la Plaza Altamira. Por este motivo, el servicio de transporte desde ese lugar hacia La Trinidad, El Cafetal y El Hatillo fue suspendido indefinidamente y más de 25 mil personas que se movilizan diariamente quedaron sin servicio.

Un día después, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) desmantelaron en el estacionamiento de la misma plaza, un centro clandestino de aprovisionamiento, abastecimiento y logística de los grupos vandálicos. Fueron incautadas armas de fuego, armas blancas, bombas lacrimógenas y de fabricación casera, explosivo C4, drogas y combustible.

Desde el pasado 12 de febrero, grupos vandálicos de la extrema derecha han destrozado y arremetido contra el mobiliario de Chacao, así como de instituciones públicas y privada, además de la tala de cientos de árboles.

T/María Elena Parada