Su decreto conservacionista es antecedente del quinto objetivo del plan de la patria|Hace 189 años el Libertador dispuso la siembra de un millón de árboles

El 19 de diciembre de 1825, en su recorrido triunfal por la naciente República de Bolivia, el Libertador Simón Bolívar emitió el decreto conservacionista de mayor relevancia que se haya emitido en Suramérica a lo largo del siglo XIX, al disponer que se plantaran “hasta el número de un millón de árboles”.

Al igual que muchos mantuanos ilustrados, el joven Simón Bolívar cultivó con paseos y lecturas la sensibilidad por la naturaleza, los ríos, bosques y especies animales, lo que influyó en su inclinación a proteger el ambiente y tomar precauciones para su acrecentamiento. Esa inclinación, además, fue estimulada por sus maestros. Como se recuerda, antes de 1810 Andrés Bello había escrito su Oda al Anauco, y Simón Rodríguez impartió desde temprano sus enseñanzas con los métodos recomendados por Juan Jacobo Rousseau en su libro Emilio o De la educación.

PROGRESO Y NATURALEZA

Será Rodríguez quien estimulará en el Bolívar viudo, a sus 20 años de edad, durante la estadía de ambos en Europa, entre 1804 y 1805, la realización de largas caminatas por caminos y a la sombra de los árboles de Viena, París o Roma -en medio de las cuales sostenían extensas tertulias al aire libre-. Ello afirmaría en el futuro Libertador el hábito de actuar para proteger la naturaleza. La Ilustración tiene como signos distintivos, el poder de la razón como rectora del mundo; también que la “naturaleza ha creado al hombre para ser feliz” y la idea del progreso técnico y económico sin término. Y ello tiene doble derivación: de una parte el efecto depredador de actos como la tala y explotación de recursos y especies, y de la otra, la conciencia de que la naturaleza debía ser protegida para la reproducción de sus recursos. Y en esta última línea se adscribe el Decreto de Chuquisaca del 19 de diciembre de 1825.

OTROS DECRETOS

Hasta sus últimos tiempos como gobernante, y aun en medio de la diaria controversia y dificultades que le ocasionaban sus enemigos políticos, Simón Bolívar dictó medidas destinadas a proteger la naturaleza. Así el 19 de junio de 1829 en Guayaquil, dictó un decreto mediante el cual, ponderando la excesiva extracción de especies vegetales de los bosques de la Gran Colombia, se prohibió sacar las maderas y plantas medicinales de cada cantón, “sin que preceda licencia… del gobernador de la provincia respectiva”. Este decreto y otros, como uno dado en Coro en 1826, dirigido a impedir la exportación de “caballos, yegua, mulas ni asnos, cualquiera que sea el permiso con que lo intente”, y el de prohibición de “matanzas de vicuñas en cualquier número que sea”, del 5 de julio de 1825, hablan de la firme vocación protectora de las especies animales y vegetales que guió al Liberador.

AYER Y HOY

Aunque en tiempos de Simón Bolívar la intervención de los hombres y mujeres sobre el ambiente no alcanzaba la gravedad del actual siglo XXI, sí puede sostenerse que la deforestación, la tala y desaparición de algunas especies, fue asunto que penetró en el ánimo de Simón Bolívar con disposición a que se tomasen medidas que contuviesen los efectos perniciosos de la actividad de nuestra especie sobre el medio.

Y dicha inquietud, con la repercusión que en este siglo XXI ofrece el agotamiento de los bosques, la reducción del caudal de las fuentes fluviales y el calentamiento climático, fue percibida en toda su magnitud, y plasmada como política de Estado por el Comandante Hugo Chávez Frías en el 5to Objetivo Histórico del Plan de Desarrollo Económico Social o Plan de la Patria. Allí se consagra la contribución del Estado Venezolano con “la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”. Este cometido trasciende la gestión de una generación y se empalma con el Decreto del 19 de de diciembre de 1825, en las dimensiones que una política conservacionista puede ser concebida y aplicada dentro de os lineamientos radicales del ecosocialismo, el único que podrían contener la tendencia autodestructiva de la vida que impone el modelo de capitalismo neoliberal. De este modo, el Libertador, firme defensor de la presencia del Estado en la vida social y tutela del ambiente, se hace acreedor al reconocimiento de las actuales generaciones como inspirador del pensamiento conservacionista.

PARA PRESERVAR LAS AGUAS

“Considerando: 1°. Que una gran parte del territorio de la república carece de aguas y por consiguiente de vegetales útiles para el uso común de la vida. 2° Que la esterilidad del suelo se opone al aumento de la población y priva entre tanto a la generación presente de muchas comodidades. 3° Que por falta de combustible no pueden hacerse o se hacen inexactamente o con imperfección la extracción de metales y la confección de muchos productos minerales que por ahora hacen casi la sola riqueza del suelo: oída la diputación permanente:

Decreto: 1° Que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos, y se determine los lugares por donde puedan conducirse aguas a los terrenos que estén privados de ellas. 2° Que en todos los puntos en que el terreno prometa hacer prosperar una especie de plantas mayor cualquiera, se emprenda una plantación reglada a costa del Estado, hasta el número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos. 3° Que el Director General de Agricultura proponga al gobierno las ordenanzas que juzgue convenientes a la creación, prosperidad y destino de los bosques en el territorio de la República. 4° El Secretario General interino queda encargado de la ejecución de este decreto. Imprímase, publíquese y circúlese. Dado en el Palacio de Gobierno en Chuquisaca, a 19 de diciembre de 1825. Simón Bolívar”.

T/ Néstor Rivero
I/ Iván Lira

¿Quién es el Ilustrador de la imagen?, sublime…

  • El libertador fue sabio en muchos campos¡ conocía q los arboles atraen las lluvias y depuran el ambiente. Captan dióxido de carbono (C02 toxico) para devolver oxigeno puro (O2) a la atmosfera, absorben agua y minerales por las raíces para desarrollar proceso fisiológico de fotosíntesis en sus hojas por acción de los rayos solares y obtener nutrientes. Crecer, desarrollarse y multiplicarse. El oxigeno como el agua son vitales para la vida del hombre, los animales y las plantas¡. El 02 penetra en los pulmones a través de la vía aérea llegando hasta los alveolos donde pasa a la sangre por un proceso q se denomina hematosis, es captado por la hemoglobina y transportado por los glóbulos rojos hasta los tejidos y célula de todo el cuerpo para garantizar el metabolismo, participando en el ciclo de Krebs de donde se obtiene energía q será almacenada en forma ATP. El 02 es vital p la vida del hombre y los animales¡. Sin oxigeno se produce muerte encefálica en aproximadamente 3 minutos.