En 1994 los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro se unieron para comenzar a construir una América Latina y Caribeña más justa y humana.
Después de liderar la rebelión patriótica cívico militar del 4 de febrero de 1992 y del memorable “por ahora”, que rescató la esperanza y los sueños del pueblo por una revolución en Venezuela, Hugo Chávez, llegó al aeropuerto internacional José Martí de La Habana, Cuba, luego de una invitación que le hiciera el historiador de la ciudad Eusebio Leal, para participar como ponente en la Universidad de la Habana.
Fue recibido con todos los honores militares por el Comandante Fidel Castro, allí se dieron el abrazo que inmortalizaría el encuentro.
Aquel abrazo histórico se transformó en la esperanza de los pueblos de nuestra América y también de los pueblos del mundo, que ven hoy en la Revolución Bolivariana y en la cubana, en el Legado de Hugo Chávez y en el ejemplo de dignidad de Fidel Castro, una luz de guía para luchar por un mundo con justicia social, inclusión y solidaridad.
La amistad de estos dos hombres visionarios, humanistas y solidarios, sus batallas y sus luchas, sus ideas son un legado excepcional para nuestros pueblos y para el futuro.