Un equipo multidisciplinario conformado por investigadores venezolanos del Instituto de Materiales y Modelos Estructurales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, propondrán al Estado la creación de una Plan Nacional para la Reducción de Riesgos Sísmicos en Edificaciones Escolares Existentes.
De acuerdo con los autores, la propuesta “permitirá al país tener escuelas seguras contra los terremotos a partir de la elaboración de planos para el refuerzo de las mismas, involucrando a las comunidades educativas, alumnas, alumnos, maestras y maestros de cada plantel, con el fin de prepararlos ante la ocurrencia de eventos naturales de este tipo”.
La idea surgió sobre de los resultados positivos que arrojó el trabajo de investigación titulado “Reducción de los riesgos sísmicos en las edificaciones escolares de Venezuela”, que fue reconocido con el Premio Nacional al Mejor Trabajo Científico, Tecnológico y de Innovación 2009, mención Investigación Tecnológica, debido a su pertinencia social, tomando en cuenta los riesgos sísmicos a los que está expuesta la geografía venezolana.
El grupo de investigadores premiado por el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias está conformado por Óscar Andrés López, Julio Hernández, Gianina del Re, José Puig y Luis Espinosa.
ANTECEDENTES Y REVELACIONES
El 9 de julio de 1997 ocurrió un movimiento telúrico que provocó la pérdida de numerosas vidas y el derrumbe de escuelas y liceos en la localidad de Cariaco, estado Sucre.
Este evento natural que conmocionó a Venezuela ocasionó el derrumbe de siete edificios de concreto armado, de los cuales cuatro eran centros educacionales, y produjo severos daños a 300 viviendas unifamiliares con paredes de bahareque, dejando un saldo de más de 70 victimas fatales y al menos 552 heridos.
La lamentable experiencia vivida por los pobladores de Cariaco alertó a muchos sectores del país, especialmente a la comunidad de investigadores venezolanos vinculados con el área de riesgo y prevención de desastres.
A través la investigación referida anteriormente se reveló que el desplome de los edificios se debió a que fueron diseñados y construidos con normas antiguas que no tomaban en cuenta apropiadamente los efectos de los terremotos.
El coordinador del equipo de trabajo, Óscar López, indicó que gracias a un esfuerzo mancomunado se lograron identificar esas deficiencias estructurales que condicionaron los derrumbes de los cuatro edificios escolares durante el terremoto.
“Asimismo -añade- se pudo detectar factores de riesgo a los que están expuestas centenares de edificaciones escolares en todo el país, construidas entre 1950 y 1980, y que forman parte de las dos tipologías de escuelas derrumbadas en Cariaco.
López resaltó que se desarrollaron soluciones de refuerzo estructural para tales tipologías y, a su vez, se propuso un plan nacional para la evaluación, identificación y refuerzo de las escuelas existentes en el país, así como la construcción de nuevas planteles seguros ante terremotos.
ETAPAS DEL PLAN
Como parte de los resultados del estudio merecedor del galardón, los investigadores plantearon que el Plan Nacional se desarrolle en seis etapas: en primer lugar que se realice un Censo Escolar Nacional con el objetivo de determinar la tipología constructiva y el año de construcción de edificios escolares fabricados en el país desde principios del Siglo XX. Consideran que conociendo esta información se puede establecer el efecto de los terremotos en cada edificio.
El trabajo se desarrolló gracias al respaldo brindado por el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI) conjuntamente con el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), así como el Instituto de Materiales y Modelos Estructurales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas FUNVISIS y el Ministerio del Poder Popular para la Educación, por medio de FEDE.