La oposición se empeña en endosar su amargura al país y al mundo.
La MUD, consciente de que perdió el año entre contradicciones intestinas y “torneo de egos” (Torrealba dixit), vocifera que “no hay nada que celebrar”.
Su diario, El Nacional, editorializa: “No está linda la mar”. Un chulo legal escribe sobre el “annus horribilis”. Una ex Miss moquea: “Se me hace difícil desear una feliz navidad”.
Cuando el Papa ora en la misa del gallo por el entendimiento, la MUD patea el diálogo.