Liana Reyes, coordinadora del Plan de Pacificación Llegó Maíta, sostiene que la atención penitenciaria, como herramienta integral de transformación social, debe abarcar tanto a los privados de libertad como a sus familiares.
Durante el Encuentro de Intercambio de Experiencias en el Área de Trabajo Social Penitenciario que se realizó en Caracas, Reyes expuso los logros alcanzados en la materia durante los tres años en el que se ha implementado el Plan de Pacificación Llegó Maíta.
Explicó que esa iniciativa, desarrollada por el Ministerio para el Servicio Penitenciario, tiene la misión de brindar atención integral a familiares, en especial a las madres, de las personas privadas de libertad. Asimismo, el programa se convertido en un pasaporte para que otros proyectos ingreses a los centros penitenciarios.
ADENTRO Y AFUERA
Reyes deja en claro que “si no trabajamos con la familia de los privados de libertad, no estamos haciendo nada. El trabajo tiene que ser adentro con ellos y afuera con los familiares”.
Explicó que esa es una de las bases de la corresponsabilidad que debe existir en la sociedad para garantizar no solo el cumplimiento de la pena de quien haya sido sentenciado, sino también la posibilidad de transformar positivamente su vida.
“Hay muchas personas que quieren una oportunidad de vida y debemos demostrar al mundo que sí la merecen y que estamos dispuestos a dársela”, alegó Reyes.
LA CAPTACIÓN
El Plan Llegó Maíta, indicó la funcionaria, trabaja con madres de los privados de libertad de todos los recintos penitenciarios del país. Ellas son captadas en los propios centros o en las comunidades.
Regularmente el ministerio organiza grupos de 150 a 200 mujeres captadas que son beneficiadas con un viaje de tres días a destinos vacacionales del país.
“Ahí son tratadas de manera digna. Muchas nunca habían ido a una playa o recibido una atención, o un abrazo. No tiene que preocuparse de otra cosa que no sea ellas. La idea es cargarse de energía para enfrentar el gran problema de tener una hija o hijo privado de libertad”, comentó Reyes.
Durante el viaje, el plan pone a disposición un equipo de psicológos. Reyes señala que en esos días “se tratan temas duros, se mueven muchas fibras y sentimientos, y tratamos de hacerlas sentir mejor”.
Explicó que en esa primera etapa del plan las beneficiadas también realizan talleres de motivación personal. Argumentó que la idea es ayudarlas a superar la depresión.
FORMACIÓN
La funcionaria enfatizó que la atención no se limita al viaje. El objetivo más importantes es ofrecerle opciones de formación que realmente impacten de forma positiva su vida, la de su hija o hijo recluido y la de su comunidad.
En este sentido, el plan ha establecido alianzas con el Instituto Nacional de la Mujer, el Inces y el Ministerio para el Deporte en función de espacios de capacitación.
“El viaje es como el abreboca. El trabajo continúa con la formación de nuevas emprendedoras”, indicó Reyes.
UNIDADES SOCIOPRODUCTIVAS
Una vez que las madres son capacitadas en alguno de los oficios propuestos, la etapa siguiente es la incorporación a las unidades socioproductivas.
Reyes explicó que con esas unidades “no solo garantizamos que el familiar tenga cómo sustentarse, sino que cuando el interno salga en libertad también pueda llegar a un lugar donde desarrollarse y producir”.
La funcionaria informó que en el año pasado en el estado Lara se graduaron 29 mujeres en el área de producción textil. Se tiene previsto que en en los próximos días sea inaugurada la unidad socioproductiva en la que laborarán.
Asimismo, en el estado Sucre se graduaron 22 “maítas” en el área textil. La unidad socioproductiva de ese grupo serán activa en Cumaná.
Reyes anunció que en los próximos días también se realizará un “encuentro de maítas” en el estado Táchira. La jornada se desarrollará en un nuevo complejo turístico ubicado en la zona y que ha sido recuperado por el Gobierno Nacional.
APOYO A LA PRODUCTIVIDAD
Por otra parte, Reyes destacó las nuevas alianzas con el Ministerio para la Mujer. Indicó que la articulación permitirá fortalecer el programa. Consideró que el año 2015 debe traducirse en apoyo concreto a las mujeres privadas de libertad.
En este sentido, señaló que es importante tener claro qué harán cuando salgan de la cárcel. Para ello es fundamental garantizar su incorporación a misiones o proyectos productivos.
Asimismo, exhortó a toda la población venezolana a sumarse a la iniciativa: “Necesitamos gente en todos los ámbitos. Necesitamos el apoyo, porque cualquier persona conocida ha estado privada de libertad; no es un tema que tengamos que cerrar por vergüenza porque cualquiera puede pasar por eso”.