Por Juan Montilla|Mukumbarí en la cima del mundo (Opinión)

De verdad que cuando el Comandante eterno tomó la muy acertada decisión de reconstruir por completo el Sistema Teleférico de Mérida lo hizo con esa gran visión de futuro que siempre lo acompañó hasta el momento de su partida, pensando desde luego en uno de los sectores mas importantes de nuestra economía como lo es el Turismo, y vaya, qué gran acierto y en qué momento tan oportuno.

Al hacer un poco de historia sobre el Sistema Teleférico de Mérida recordaremos que fue por allá por los años 50, en el gobierno del general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, que se construía una de las principales obras para la época, y que al ser depuesto y derrocado en enero de 1958, y que una gran parte de nuestro pueblo a lo mejor no recuerda, este Sistema Teleférico iba a ser vendido a una empresa mexicana “como chatarra”, a precio de gallina flaca, como dicen por allí.

Lo cierto del caso es que esta venta no se pudo realizar por un sinfín de razones y ahí está esa maravillosa obra hecha en Revolución. Hay que agregar también que nuestro teleférico ha sido ícono del turismo en el mundo, pero también estuvo olvidado por mucho tiempo por los gobernantes de turno y no se pensó en hacerle nunca una reparación y un mantenimiento adecuado, sino hasta la llegada al poder del presidente Hugo Chávez.

Mukumbarí es el nombre que lleva esta imponente obra, y que en lengua indígena significa: lugar donde duerme el sol, y que fue la denominación dada por los primeros habitantes de la Sierra Nevada merideña para la época.

Mukumbari le dará la oportunidad a los turistas y amigos visitantes de las distintas regiones del mundo, de ver, observar, palpar y lógicamente interactuar de manera directa con la naturaleza y con ese espléndido y bello paisaje único en el mundo.

Ya lo decía la ministra de Turismo, Marleny Contreras, durante su visita a nuestra ciudad: este Teleférico es una obra maravillosa, una obra nueva, majestuosa e imponente, y agregaba también “…la Revolución le está devolviendo al pueblo este ícono del turismo a escala internacional”.

¡Gracias, Comandante eterno por tan gran iniciativa! !Gracias, presidente Nicolás Maduro! por no escatimar esfuerzos y por trabajar sin descanso y día a día para darle continuidad a tan importante obra turística que va a tener un gran impacto en nuestra economía y desde luego en el desarrollo de nuestra querida y amada patria Venezuela. Gracias también a las empresas nacionales y extranjeras, a Ventel , al ingeniero José Gregorio, y desde luego a todo el personal calificado, técnicos, administrativos y obreros, quienes pusieron su granito de arena para que este sueño se hiciera realidad.

Es imposible llegar a la ciudad de las nieves eternas, a la ciudad turística y estudiantil de Venezuela, a la ciudad de Don Tulio Febres Cordero y no visitar esta maravilla y su entorno natural, y de ahí que disfrutemos del mismo, pero sobre todo, que lo aprendamos a querer y a cuidar porque de ahí dependerá que nuestras generaciones futuras puedan también poder disfrutar de esta obra sin precedentes hecha en tiempos de Revolución.

juanmontillarojas@gmail.com