Óscar Schemel, presidente de la encuestadora Hinterlaces, indicó que es urgente restablecer los niveles de esperanza en las venezolanas y venezolanos, no basta con llenar los anaqueles de alimentos y medicinas, “no es suficiente llenar los estómagos, hay que llenar los corazones y las mentes”.
Durante entrevista con el periodista José Vicente Rangel, transmitida este domingo por la televisora Televen, el analista aseguró que la guerra psicosocial que enfrenta el pueblo está siendo subestimada, “no hay conciencia de la gravedad de la situación”.
Explicó que las guerras políticas y de dominación en la actualidad, son guerras psicosociales basadas en «actividades subversivas encubiertas a través de técnicas avanzadas de lucha psicosocial. Hoy Venezuela como nunca antes es objeto de una feroz guerra psicosocial que incluye además la guerra económica (…) se trata de producir una acumulación de angustia, de crear un clima de incertidumbre, desasosiego, desprotección y vulnerabilidad que genere respuestas neuróticas”.
Aseguró que la Revolución Bolivariana necesita establecer políticas comunicacionales eficaces que contrarresten los ataques de la guerra de cuarta generación, «las armas no son los fusiles son los mensajes y los rumores”.
A su juicio la gran debilidad del Gobierno «es la ausencia de una comunicación estratégica para enfrentar la guerra psicológica y así restablecer los niveles de esperanza e incertidumbre en la población venezolana».
Destacó que el accionar de la derecha es parte de la guerra subversiva, “la oposición acepta y asume algunos discursos y no los plantean electoralmente, los están planteando fuera de los causes electorales, pero es parte del gran rompecabezas que se ha armado contra el país a través de una guerra psicosocial muy feroz y poderosa”.
Finalmente apuntó que pese a la guerra psicológica, “el chavismo es hoy la única fuerza social, cultural, simbólica y política que existe en la sociedad venezolana, por eso la estrategia de los factores más reaccionarios no es fortalecer a la oposición, es caotizar y neurotizar el país”, manifestó Schemel.