No hacerlo aumenta el riesgo entre 80% y 143%|Para evitar el cáncer de colon hay que comer menos azúcar y carnes rojas y más frutas y vegetales

Todas las “tuberías” del organismo necesitan estar bien cuidadas. Esto vale para las arterias, para las venas, pero también para la que podría ser considerada la “cloaca” del organismo: el colon. Si a la médica y experta en nutrición Ana Cristina Haiek le preguntan directamente -como lo hizo el Correo del Orinoco en una entrevista- cuáles son los consejos para prevenir el cáncer de colon y de recto, responderá claramente que se deben evitar las carnes rojas y el azúcar y que es perentorio hacerse amigo de las frutas y de los vegetales.

-¿De qué cosas habría que comer menos?

-Azúcares, carnes rojas, embutidos, pavos, chorizo, jamón serrano.

-¿Y qué habría que comer más?

-Frutas y vegetales, granos integrales y carnes blancas. Mientras más vegetales haya en la dieta mejor, eso es lo que no puede tener límites; el límite lo puede poner el aderezo, porque no es que vamos a comer ensaladas con salsas, con mayonesa. Un cuarto del plato que comemos debería ser un carbohidrato, que puede ser papa con concha, batata, plátano, yuca. Un cuarto del plato debe ser la proteína. Otro cuarto, los vegetales.

Los números y porcentajes que maneja la doctora Haiek son más que contundentes. “Si yo tengo un patrón de alimentación alto en carnes rojas, alto en azúcares simples y muy bajo en frutas, vegetales y granos integrales, tengo un riesgo que va desde el 143% hasta el 80%”, advierte.

-¿Para todas las edades?

-Para todas las edades sí. De 143% a 83% como factor de riesgo para cáncer colorrectal. Mientras si yo tengo un patrón de alimentación que se basa en frutas, vegetales, granos integrales, carnes blancas, es un 55% menos de riesgo; es decir, tengo menos riesgo de cáncer colorrectal.

EL SEDENTARISMO TAMBIÉN ES UN FACTOR DE RIESGO

El cáncer colorrectal, señala Haiek, “está asociado con muchos factores que pueden ser de riesgo”, y uno de ellos es el sedentarismo.

-¿Por qué el sedentarismo?

-Porque el ejercicio -se ha comprobado y cada vez está más comprobado con estudios científicos- favorece sustancias que son antiinflamatorias. Las personas que hacen ejercicio, por ejemplo, tienen un 23% menos riesgo de presentar cáncer colorrectal.

-¿Cualquier tipo de ejercicio?

-Cualquier tipo de ejercicio. Lo ideal es el ejercicio cardiovascular: caminar, hacer bicicleta. También tenemos el ejercicio de resistencia muscular, por ejemplo con pesitas, yoga, ligas. Hay otra cosa: Como cada vez la sociedad está más inactiva físicamente y estamos comiendo cada vez peor, estamos comiendo alimentos que no son nutritivos, eso ha favorecido la obesidad, y la obesidad es un factor de riesgo importantísimo para el cáncer colorrectal.

-¿Por qué?

-El diagnóstico de obesidad se hace por porcentaje de grasa corporal; cuando tenemos un porcentaje de grasa corporal alrededor de la cintura abdominal esta grasa también favorece la resistencia a la acción de la insulina, favorece el hiperinsulinismo, favorece también las citoquinas inflamatorias y todo eso es un factor de riesgo para el cáncer colorrectal. Si el índice de masa corporal le sube a una persona en cinco puntos, el riesgo para tener cáncer colorrectal es de 30% en hombres y 16% en mujeres.

Es muy importante, por otra parte, prestarle atención a la distribución de esa grasita. “Cuando el porcentaje de grasa corporal está acumulado en la región abdominal, cuando la cintura aumenta 10 centímetros, el riesgo para cáncer de colon en hombres es más o menos 33% y en mujeres es el 18%”.

La peor grasa, recalca, “es la que está acumulada en la región visceral, porque actúa de una manera diferente de la grasa que se acumula en las piernas, en los brazos”. Y no solo para el carcinoma colorrectal.

OTROS FACTORES

La diabetes también actúa en detrimento de la salud del colon. “¿Por qué cada vez tenemos más pacientes con sobrepeso y obesidad? Porque estamos viendo que desde niños y adolescentes tenemos una epidemia de sobrepeso y obesidad, y eso está acompañado con una epidemia de diabetes tipo II”, describe. “El riesgo de cáncer colorrectal para un paciente con diabetes es de 43%; es alto”.

Pero también puede haber una persona delgada con esta enfermedad, advierte Haiek, puesto que los factores genéticos también deben ser considerados.

-¿Cuánto pesa la genética?

-Mucho, mucho, sobre todo en la historia familiar. Si yo tengo una historia familiar, un antecedente de papá, mamá con cáncer colorrectal, o tengo una enfermedad de Crohn, o tengo colitis ulcerativa, eso tiene una gran influencia. Ahora bien, si yo tengo un antecedente de cáncer colorrectal, pero soy activo físicamente y mi alimentación se basa en el consumo de frutas, de vegetales, de granos integrales, de carnes blancas, eso me va a disminuir mucho el riesgo.

Lo importante, subraya, “es mantener un estilo de vida saludable, no solamente para evitar cáncer colorrectal, sino para evitar enfermedades crónicas del adulto como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, y para tener una mejor calidad de vida”.

CUANDO LA ENFERMEDAD YA ESTÁ…

Las personas a quienes se les ha diagnosticado el cáncer colorrectal también deben cuidarse, porque de ello dependerá que puedan vivir más y mejor. Esto es “lo que uno llamaría la prevención secundaria. ¿Para qué? Para evitar una recurrencia del cáncer, para evitar progresión de la enfermedad, para evitar una metástasis”.

Una vez que la afección aparece, la nutrición sigue siendo fundamental. “Los pacientes con cáncer tienen muchas dudas respecto a qué comer, sobre todo cuando están recibiendo quimioterapia o están en radioterapia. Todas esas cosas es importante manejarlas con un especialista”, resalta, a fin de evitar pérdidas de peso importantes.

Un diagnóstico de cáncer no es razón para abandonar el ejercicio. Todo lo contrario: “La actividad física mejora, no solamente la calidad de vida, sino que evita la progresión de la enfermedad”. No se trata de correr un maratón, pero sí de caminar al día por lo menos 20 o 30 minutos. “Hay una campaña para consumir cinco raciones de frutas y vegetales al día, hacer ejercicio y dejar de fumar”, recuerda.

La supervivencia del cáncer ha aumentado, celebra Haiek, lo que se debe “a que tenemos un diagnóstico precoz, tenemos un mejor tratamiento” y por ello es importante que las personas con un diagnóstico de carcinoma colorrectal “hagan un cambio para mejorar la calidad de vida”.

-¿Dónde está la dificultad para incorporar esas cinco raciones de frutas y vegetales al día?

-Uno, en la falta de educación nutricional, porque mucha gente dice: “bueno, si ya tiene cáncer que coma lo que le dé la gana”. Pero no es así. Eso depende del estadio. Si tengo un paciente en estadio terminal sí le puedo decir que coma lo que le provoque. Pero se trata de aprender a comer, porque no quiere decir que el paciente nunca se va a dar un gusto. Por supuesto que sí. Comer es un placer, pero yo creo que hace falta mucha educación.

SUMAR VEGETALES Y FRUTAS

A veces parece imposible incorporar tomates, acelgas, brócolis, zanahorias o rábanos -por citar algunos alimentos- a la dieta diaria: porque nos echamos a la calle muy temprano y retornamos al hogar entrada la noche, porque estamos todo el día dando tumbos en el trabajo, porque no tenemos el hábito. La doctora Haiek no se llama a engaños, y sabe que, si se pone en la balanza, probablemente los peros pesen más que los “sí puedo”. Pero como el cuerpo necesita, efectivamente, más frutas y vegetales y menos harinas, propone algunos trucos. Los vegetales, por ejemplo, “los podemos cortar y congelar, o hacemos cremitas de vegetales y las congelamos”.

En cuanto a las frutas, plantea buscar las de temporada y las que siempre están en el país por tratarse de una nación tropical: “Tenemos cambur, tenemos mango, tenemos patilla, tenemos melón; tenemos lechosa, mandarina, naranja”.

En Venezuela, a pesar de las reiteradas recomendaciones en cuanto a la necesidad de comer más sano, todavía “tenemos un consumo muy alto de harinas muy simples, de azúcares simples”, lo que incide negativamente en la salud del colon.

Sin embargo, Haiek insiste en que, más que ver unos alimentos como los protagonistas de la película y a otros como los villanos, se trata de controlar las cantidades. “Yo creo”, concluye, “que no hay alimentos buenos ni alimentos malos; creo que lo que hay es que aprender a controlar las cantidades de lo que uno come y saber mezclar los nutrientes”.

T/ Vanessa Davies
F/ Héctor Lozano

143%??? Cómo entender eso? O sea q el cáncer es más q seguro. Está manejando mal esas cifras, doctora