Han podido evadir a los intermediarios al organizarse en Consejos del Poder Popular|Pescadores de Vargas piden más facilidades para “llevar el pescado a todas partes con más facilidad”

Los pescadores venezolanos trabajan arduamente para garantizar la adquisición de pescado fresco y a precios justos, con la finalidad de que el mismo tenga presencia en las mesas de todos los hogares del país y satisfacer con ello parte de las necesidades alimentarias del pueblo.

Producto de ese esfuerzo y de la gestión gubernamental en esa materia, se logró distribuir en el año 2014 -cifras oficiales- un total de 2.073 toneladas de pescado, según reseña el Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (Insopesca) en su página web. El alimentó fue ofrecido al público a través de 2.283 jornadas en las que los pescadores distribuyeron de manera directa su producción.

Con estas jornadas, destaca la institución adscrita al Ministerio del Poder Popular para Agricultura y Tierras, fueron beneficiadas alrededor de 2,7 millones de personas, quienes llevaron a sus hogares especies como atún, sardina, camarón, cachama, calamar, bocachico, cataco, lebranche, merluza, cojinúa, tahalí, coporo, bonito, bagre rayado, bagre blanco, bagre sierra, bonito, carite y curvina.

REFORZAR LA PRODUCCIÓN

Desde el año 2008, tal y como reseña Insopesca, un total de 47.108 productoras y productores de todo el país se han agrupado en 778 Consejos del Poder Popular de Pescadores, Pescadoras, Acuicultores y Acuicultoras. De esa cantidad, unas 20 agrupaciones hacen vida en Vargas.

Estos conglomerados, que surgen gracias al empoderamiento que ha otorgado el Gobierno Bolivariano a las organizaciones populares, han permitido reforzar la producción de alimento y mejorar la calidad de vida de quienes se dedican a este difícil pero honrado oficio.

Entrevistado por el Correo del Orinoco, José Avilán, vocero principal del Consejo de Pescadores Benito Chirinos que está ubicado en la parroquia Naiguatá y aglutina a 130 productores de esa circunscripción varguense, destacó que una de las bondades de esta forma de organización es que pueden trabajar “sin necesidad de recurrir a los intermediarios”, que por lo general son los que encarecen el producto.

APOYO PARA COMERCIALIZAR

Una vez que los pescadores regresan a tierra firme, reseña el dirigente gremial, llevan su producción al centro de acopio y el personal que allí labora se encarga de distribuirla equitativamente. “Ellos traen su captura y aquí se les recibe, luego se ofrece al público”, describió.

Desde allí se coloca la mercancía en los comercios, se atiende a algunos particulares que acuden directamente a comprar el preciado alimento y se organizan jornadas comunitarias, en alianza con algunos Consejos Comunales, aseveró.

No obstante, considera que el Ejecutivo, a través de sus ministerios, gobernaciones y alcaldías, entre otras instituciones, debe darle mayor impulso a los Consejos de Pescadores con respecto al tema de la comercialización: “Además de todo el apoyo que hemos recibido, hace falta una mayor voluntad política para llevar el pescado a todas partes con más facilidad”.

MODELO EXITOSO

Trabajar de forma organizada ha dado buenos resultados, afirma el representante de los pescadores de Naiguatá. De hecho, reconoce que eso ha permitido ir cancelando la deuda que se adquirió con el Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista (Fondas) para el mejoramiento de la estructura pesquera, la cual suma más de un millardo de bolívares.

Indicó que a través del consejo también se tramita el pago de las cuotas mensuales que aportan los pescadores que han sido financiados por el Fondas para la adquisición de motores, a fin de que estos puedan ir amortizando sobre el total de sus deudas.

“Uno le va quitando un porcentaje de la captura, y se le va depositando, de manera que no se le haga tan pesado sacar el dinero de su bolsillo. Dependiendo del porcentaje que vaya a arrimar, se le quitan 10 kilos o 20 kilos de pescado semanal, y de la cantidad que arroja la venta de ese pescado, se le deposita al banco”, precisó.

EVOLUCIÓN PESQUERA

Sostiene que con la llegada del comandante Hugo Chávez al poder, la pesca en Venezuela comenzó a evolucionar debido a las políticas aplicadas en ese sector. “Con la eliminación de la pesca de arrastre comenzó a haber pescado en abundancia”, asintió. La pesca de arrastre, amparada en el desarrollo tecnológico, hacía que los peces se concentraran mar adentro, a muchas millas de navegación, adonde la pesca artesanal no puede llegar con sus métodos y técnicas tradicionales, criticó.

Asimismo, señala que en los últimos años, las pescadoras y los pescadores han podido superarse y se han deslastrado progresivamente de la mala imagen con la que erróneamente habían sido identificados en el pasado. “Yo me acuerdo que hace unos años nosotros no valíamos nada, le decían a uno que olía mal, que era un borracho”, manifestó.

Ahora la situación es distinta, contrasta, porque muchos se están formando. “Aquí recibimos clases de la Misión Ribas los lunes en la tarde y dentro de poco 10 pescadores nos vamos a graduar de bachilleres”, expresó. Además recordó que en la actualidad los pescadores gozan de beneficios como el seguro social, que antes ni soñaban con tener.

Aunque José Avilán concibe a la pesca como un oficio difícil, admite que para el que le gusta y lo asume como actividad para ganarse la vida resulta gratificante: “Mientras hay pescado se está activo, porque el pescador cobra a diario, por eso no para de trabajar”. Incluso, dice que el pescador “puede ganar más dinero que un ingeniero o un doctor”, razón por la cual la mayoría, por no decir todos, está satisfecha con lo que hace.

ACTIVIDAD DE PROVECHO

El Correo del Orinoco también visitó el Consejo de Pescadores de Macuto, en la parroquia homónima, y ahí conversó con Jonathan Villareal, vocero principal de este colectivo varguense, quien coincide con sus compañeros de Naiguatá al asegurar que la pesca es una actividad a la que se le puede sacar provecho, “pero hay que invertir y organizarse bien para que resulte”.

Dice que en Macuto, en tiempos del cataco y la caballa, la captura ha sido buena, “aunque ha caído un poco en los últimos días porque la carnada, que se hace con la camiguana, se ha alejado un poco de la costa, pero todavía se está agarrando”.

En un día bueno, refiere el joven dirigente, han llegado a reunir 120 kilos diarios de pescado por lancha, que suman 74 en total, pero aproximadamente la mitad están inoperativas, principalmente por falta de motor.

Como no cuentan con un centro de acopio, lo que pescan lo venden inmediatamente al público. Dice que allí siempre acuden muchas personas para adquirir pescado fresco y a precios justos. “Aquí se vende de todo, pero lo que más buscan es pargo, cazón y mero”, mencionó.

Los precios se fijan en asambleas y luego los discuten con Insopesca. De acuerdo con el vocero, en las reuniones con el ente regulador, se ha propuesto colocar un solo precio, a nivel del estado, a cada variedad de pescado.

GIRO NOTABLE

Todos coincidieron en responder que este oficio ha dado un giro notable, al compararse con lo que era anteriormente.

“Nosotros hemos logrado cambiar bastante y todavía falta mucho por hacer”, exclamo un joven que no se identificó. Otro compañero, de edad un poco más avanzada, manifestó que “ahora es que vienen cosas buenas para los pescadores”.

De igual forma, expresaron que a partir de este período, la figura del pescador comenzó a ser vista de otra manera. “Antes, para hablar con una autoridad, uno tenía que pedir audiencia y pasaban los días y no lo atendían, ahora nosotros llegamos a Insopesca e inmediatamente lo recibe el capitán Castañeda, igualmente Mogollón”, apuntaló.

El hecho de estar organizados, asevera Jonathan Villareal, les ha permitido acabar con la acción intermediaria de los caveros, quienes buscan comprar el pescado barato para luego revenderlo a altos precios y explotar al pueblo. “A raíz de las reuniones sostenidas con Insopesca, hemos acabado con eso”, resaltó.

Los problemas que pueden presentarse, como en cualquier otro grupo o espacio de trabajo, son pequeños y se resuelven sin mayor inconveniente, aduce. “Siempre sale una discusioncita, pero ahí mismo lo resolvemos y seguimos”, esgrimió.

La organización pesquera sin estructuras piramidales, en donde todas y todos tienen voz y voto, también aporta ciertas libertades que han sabido ser aprovechadas y valoradas. En Macuto, los pescadores desarrollan su jornada de lunes a lunes y sin un horario específico: “Algunos salen en la noche, otros lo hacen en la mañana, todo depende de la actividad”, referencia.

¿GUERRA ECONÓMICA?

El vocero señaló que el año pasado recibieron créditos, a través del Estado, para comprar tres lanchas. Gracias a esa ayuda, salieron de todas las embarcaciones de madera que se usaban anteriormente y modernizaron toda la flota. Ahora esperan por un financiamiento para la adquisición de motores y más materiales para continuar trabajando.

Aunque se creó la figura de Agropesca, que según comenta, “ha servido de mucha ayuda”, indica que todavía tienen problemas con los insumos. “No se está consiguiendo nada ahorita, y si se consigue es de mala calidad: lo que hay son anzuelos malos, nilón malos”, reportó.

En su opinión, esta carencia también forma parte de la denunciada guerra económica que, de acuerdo con lo informado por las autoridades, se desarrolla contra el gobierno para sabotear la gestión del presidente Nicolás Maduro.

“Así como trancan un sector, trancan a otro, y así sufrimos todos, pero aquí estamos, guerreando y pa’ lante”, expresó. En nombre de la asociación que representa, garantizó en 100% el suministro de pescado desde Macuto para toda la población y a precios asequibles.

NI BUENA, NI MALA

Para Ángel Vargas, asociado al Consejo de Pescadores de Macuto, la pesca como actividad económica es una fuente de trabajo segura. “Nosotros vivimos de la pesca y con eso nos quedamos, pero no es ni buena, ni mala”, acota.

Aunque la baja producción que hay durante los días malos se compensa con lo que obtienen en los días buenos, señala que muchas veces tienen pérdidas de nilón, palambre, cobrada y anzuelos, y al reponer estos implementos, las ganancias disminuyen.

Afirma que la falta de aceite para motor y gasolina, también les afecta en su quehacer diario. “Tenemos una sola bomba que es la que nos equipa y a veces no se consigue la gasolina”, declaró.

Los pescadores de Macuto manifestaron que en esta zona hace falta un muelle para anclar las embarcaciones y no ocupar las playas, así como un centro de acopio en el que se pueda reunir toda la carga diaria capturada.

Al respecto, Evelio Mamerto Rojas precisó que en el año 2002, cuando recibió unas embarcaciones de manos del comandante Hugo Chávez, él le planteó la problemática al líder revolucionario. Villareal dijo que ya fue introducido un proyecto ante las instancias competentes y están a la espera de una respuesta.

Los asociados a este consejo aseguran que en Vargas “pueden escasear las lanchas, los motores, los insumos y cualquier otra cosa, menos el pescado”, bien sea por la gran presencia de estos en la costa, o por la disponibilidad de los pescadores.

VIGILANCIA COSTERA

Por su parte, Manuel Aponte, otro pescador asociado al conglomerado, reitera la denuncia sobre el robo de los motores. “Aquí en la comunidad de Macuto eso no nos ha afectado tanto, porque nos hemos visto obligados a colocar las lanchas dentro de la playa y quedarnos a dormir ahí para vigilar, pero en otras comunidades sí”, denunció.

A su parecer, estos incidentes no se suscitaran si contaran con un sistema de vigilancia costera en horas de la noche, que es cuando mayormente ocurren los hurtos. “En cada puerto pesquero y asociación de pescadores deberían haber dos Guardias Nacionales que colaboren, porque aun vigilando los pescadores, a veces no le paran y se roban los motores”, sugirió.

Este hecho delictivo ha sido denunciado reiteradamente, comenta, pero se sigue repitiendo. “La otra vez salió en un periódico de acá que habían agarrado a dos ladrones de motores, pero los motores no aparecieron, ¿quién nos garantiza a nosotros que esa información fue verdadera?”, cuestionó.

Ante la persistencia del hecho, las autoridades policiales propusieron que se troquelaran los motores, pues de esa manera se reducirían los robos, ya que al intentar venderlos podían ser identificados, “pero igualito se los siguen robando”, enfatizó.

Pese a lo reiterativo y al daño que causa, esta situación no los amilana: “En ningún momento nos hemos arrepentidos de haber escogido ser pescadores, nosotros seguiremos trabajando y luchando para que la gente se pueda comer su pescado”, enfatizó Aponte.

T/ Héctor Escalante
F/ Roberto Gil

no estoy de acuerdo con estos pescadores , estafafan al pueblo de vargas y eso que el gobierno les dio tanta ayada , e eso que mi eterno presidente les dio todo tipo de veneficios juvilaciones, motores ect. les retiro las millas nauticas de arrastre, para que ellos les trajeran ese alimento al pueblo y nada, son comeciantes privados como todos los demas mafiosos

  • Y entonces como se justifica el precio del Carite en el Mercado Guaicaipuro en 520,00 Bs. el Kg. en la parte de abajo. En la Florida, Av. Juan Bautista Arismendi Frente a la salida del callejon Avila, un vendedor que solo viene los Sabados el Kg. de Filet de Merluza 700,00 Bs. BARBAROS NO?

  • Que comiencen por el Edo. Vargas, en sus playas te estafan, la usura no tiene límite y no consigues un pescado fresco en la orilla de la playa o en sus restaurantes tooodos refritos en aceite requemado, primero que demuestren lo que pueden hacer en su región