Entre los edificios y casas que conforman la populosa parroquia 23 de Enero, en Caracas, el poder popular, conformado en la fundación colectivo Tres Raíces, levantó un huerto de pimentones en tan sólo 250 metros cuadrados, que albergan unas 1.436 plantas, de las que se cosechan más de 5.000 kilogramos de este vegetal.
Eudis Otaiza, vocero de este colectivo, ofreció la información y señaló que esta iniciativa fue posible por el impulso de la comunidad de esta conocida parroquia, así como por la Fundación de Capacitación e Innovación para apoyar la Revolución Agraria (Ciara) y el por el Fondo Agrario Socialista (Fondas).
«En aras de implementar lo que es el desarrollo endógeno, que es el sueño de nuestro comandante Hugo Chávez, que es producir tanto verde que tenemos y reducir las exportaciones», destacó el vocero.
Habló de la importancia de este proyecto para el país, ya que garantiza el suministro de alimentos a cada mesa de la familia venezolana. «Este es un producto libre de transgénicos y, sobre todo, a costo social», resaltó.
Estas producciones estarán completamente garantizadas «siempre y cuando seamos constantes y disciplinados en el trabajo de la agricultura urbana», señaló y agregó que la producción de estos rubros pasa directamente a manos de la comunidad, a precios justos, mediante enlaces con los consejos comunales y con la red Mercados de Alimentos (Mercal).
Otaiza expresó que otra de las virtudes de este proyecto es su sustentabilidad, ya que a partir de la producción se garantiza el dinero para la continuidad productiva y se garantiza el incentivo monetario de los sembradores.
Eliana Pinto, directora del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) en el área Metalmecánica, del 23 de Enero, y vocera de este colectivo, resaltó que este proceso de formación de cultivos urbanos se desarrolló junto con el Fondas, Inces y el Ciara, quienes realizaron una captación previa en las comunidades cercanas, para capacitar a niños y adolescentes para trabajar estos cultivos.
Manifestó que se ha trabajado con escuelas cercanas para que desde temprana edad los niños tengan contacto directo con estos procesos de producción. «Ellos (los niños) de verdad han captado lo que es la siembra urbana» agregó.
Destacaron que estos son los valores que se deben impulsar en la Revolución Bolivariana y así ser garantes de la independencia y soberanía alimentaria del pueblo venezolano.