La medida administrativa ejecutada por el Directorio de Responsabilidad Social a solicitud del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a Radio Caracas Radio (RCR), que contempló la suspensión del programa “Entre tú y yo con Nitu”, obedece al desconocimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos.
Calificativos como asesino, narcotraficante, narcoestado, matones y ladrones fueron empleados por la conductora de este espacio para referirse al Presidente de la República, organizaciones populares y al país, expresiones que fomentan el odio, la discriminación y la violencia, señaló la periodista y diputada Tanía Díaz, durante el programa La Patria Nueva que transmite El Informativo de Radio Nacional de Venezuela.
“No es la primera vez que esta emisora, propiedad de los dueños de RCTV -a quienes no se le renovó la concesión para operar el espectro radioeléctrico por cometer este delito en el 2002 durante el paro sabotaje petrolero-, 12 años después RCR incurre en el mismo delito.”
La Diputada recordó que éste no es el único caso de violación, durante la reciente ola de guarimbas de la derecha, RCR, a través de un espacio radial transmitido a la 1 de la tarde, convocaba a acciones terroristas, programa que era retransmitido por emisoras FM del país. “La empresa contrató espacios en otras emisoras para retransmitir durante las guarimbas este programa.”
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), manipulando la realidad, se pronunció ante esta acción como una forma de condena hacia el Estado venezolano, desconociendo la abierta violación del artículo 57 de la Carta Magna, por parte de la empresa, que da plenas garantías a la libertad de expresión, evitando el empleo de términos que fomenten el odio, la discriminación por razones de sexo, raza, religión y política, que inciten al odio, desacaten o desconozcan las instituciones del Estado.
Díaz señaló que mientras esta organización empresarial tergiversa esta acción adoptada por el Estado venezolano, en apego a las leyes, guarda silencio ante la detención de cinco periodistas detenidos por mostrar las violentas acciones de los cuerpos represivos para calmar las protestas originadas en Ferguson, Estados Unidos, por la muerte del joven Michael Brown.