Mucho se ha divulgado la reciente reforma económica-energética en México y comentado sobre sus efectos en la producción de crudo, pero no se ha analizado con mas profundidad su efecto ambiental, como la inclusión de la búsqueda de mas energía limpia, como la solar o la del viento, de modo de promover mayor energía a la Nación con estricta regulación sobre la inversión tanto estatal como privada.
Se debe recordar que nuestro presidente Hugo Chávez habló sobre esta necesidad en nuestro país, es decir se adelantaba a lo que hoy es ley azteca. No es que el Gobierno actual lo tenga olvidado, pero quizás, por el gran tiempo que se toma el aspecto político, no se menciona mucho lo que sobre el particular adelantó el ministro Rafael Ramírez y lo que completa Eulogio del Pino, como nuevo presidente de Pdvsa.
Estos factores de la naturaleza, sol y viento, existen en el país hermano, pero no deja de ser muy superior en cuantía en nuestro Mar Caribe, justamente nuestra larga Costa Norte hasta Colombia. Algunas de las ventajas de entrar de lleno a su explotación, claro podría representar diferencias en la producción del crudo con el tiempo, pero debe de admitirse que jamás dejarán de existir.
Cuando el presidente Chávez hablaba de estas energías adicionales, se refería naturalmente a que al ser más limpias que el petróleo o sus derivados, producen menos daño a la atmósfera y el aire que se respira; por ejemplo, el gas un 70% menos, claro tomando en cuenta sus productores, podrían ser empresas mixtas, regulando sus programas de producción y acceso al consumidor. ,
Es decir, el sistema de distribución eficaz, tomando en cuenta financiamientos a mediano y corto plazo en todo proyecto nuevo y evaluando el impacto social a la comunidad.
Mas recientemente lo que ha llamado mayormente la atención a inversionistas extranjeros es la energía del viento, sobra en nuestras islas, además de la Península de Paraguaná.
Estos nuevos elementos de energía también asistirían a los programas del Gobierno Nacional, a través del ministro Jesse Chacón, en su deseo de expandir la oferta de electricidad en todo el país y su reserva en un 20% como mínimo en pocos años, para llegarse al nivel deseado, de modo de garantizar sobrante en la oferta. Esto puede hacer de Venezuela uno de las naciones de mayor oferta energética, quizás el doble de muchos países invernales de Europa que sufren anualmente largos meses de frío intenso.
Es una importante oportunidad para la llegada de inversión privada, extranjera también, que estuviera garantizando un entorno mucho mas sano al ser humano, además de ingresos fiscales al Tesoro Nacional. En buena parte esos mas de 200 mil millones de dólares que están en la banca internacional de venezolanos que viven dentro y fuera del país podrían considerar su regreso como sana inversión. ¡Adelante!