Multitud | La Revolución desde abajo (Opinión)

A propósito del reto organizativo, y siguiendo el trabajo del sociólogo Javier Biardeau, es importante señalar que la experiencia de los movimientos altermundistas, populares, nacionales e indigenistas ha demostrado que es desde la diversidad de las corrientes contra-hegemónicas desde donde nace una democracia radicalmente participativa y un socialismo a escala humana. Más que un centralismo burocrático, se plantean el poli-centrismo de los movimientos sociales emancipadores y del Poder Popular, así como la construcción de la unidad de acción a partir de una renovación radical de la relación entre los sujetos nacional-populares y la representación política (Rauber; Laclau).

Más que un “pueblo-nación” constituido homogénea y orgánicamente desde arriba, se justifica la constitución de una síntesis contingente de la multiplicidad en el sujeto popular y en el seno de la multitud. Se trata de evitar el populismo autoritario y la burocratización desde arriba de la Revolución desde abajo.

Si se propone la incorporación de las diversas corrientes de la izquierda venezolana debe reconocerse de entrada el pluralismo de concepciones socialistas en el seno de la forma-partido, hecho inédito para la izquierda venezolana; que fue fundamentalmente tributaria de la codificación estalinista del marxismo: mejor conocida como “marxismo-leninismo”.

El centralismo burocrático es una consecuencia directa de la racionalidad del dominio que codificó el socialismo “realmente inexistente” y el estalinismo.

Sin un debate sustantivo sobre la democracia participativa y protagónica en el seno de la forma-partido, cualquier mensaje sobre la democracia revolucionaria hacia la sociedad en su conjunto resulta ser una profunda incongruencia.

Razones justificadas tienen aquellos que desconfían de la potencia revolucionaria de la forma-partido si imita la tradición de la izquierda histórica moderna (Rigoberto Lanz, Edgardo Lander, Julio Escalona son algunos de los que se han cuestionado esta vía) y plantean que el asunto debe situarse en la cuestión sustantiva del nuevo socialismo y del Poder Popular.

T/ Juan Barreto C.