El diputado pesuvista Robert Serra insistió ayer sábado en que contra el país hay “una guerra económica a la que nos quiere someter un grupo de contrabandistas, acaparadores y especuladores”.
Recalcó que el contrabando tiene una vertiente externa y una interna, y aseveró que “hoy estamos, con esta política, golpeando definitivamente al contrabandista, al acaparador, al especulador”. Insistió en que hay temas en el país “que no tienen color político en sus victimarios ni en sus víctimas”.
A su juicio, “le estamos dando en la madre a quien pretende arrodillar a la Revolución Bolivariana”.
Serra encabezó el despliegue de cuatro bodegas de alimentos de Mercal en Catedral, con “productos subsidiados” que son comprados por las personas de manera directa. Esta política “reviste la continuación del legado del comandante Chávez”, alegó. “Frente al contrabando, frente a la política de acaparamiento, de especulación los revolucionarios tenemos la capacidad de controlar, de distribuir y de organizar con nuestro pueblo jornadas como estas”.
En ese punto se ofrecieron más de 22 toneladas de alimentos, “de productos subsidiados que están llegando de manera directa a nuestro pueblo”.
El Gobierno llega “a los barrios, a los sectores más pobres, donde la derecha venezolana no tiene ni la moral ni el interés de llegar porque ha perdido la credibilidad de nuestro pueblo”.