Por Adán Chávez Frías|Teoría y Praxis en Revolución I (Opinión)

En esta etapa definitoria de nuestra Revolución Bolivariana, uno de los retos esenciales es ser capaces de precisar colectivamente, con lucidez y audacia, la táctica y la estrategia de la transición hacia el socialismo rumbo a la independencia definitiva de Venezuela. La construcción del socialismo es un proceso dialéctico, cada día se perfecciona y avanza, se edifica con nuestras acciones. Es en este contexto, que el legado del líder histórico de la Revolución Comandante Hugo Chávez, continúa siendo la brújula más eficaz para la actividad política de esta y de las futuras generaciones de patriotas venezolanos.

Como contribución a este proceso de continuidad y construcción dialéctica de nuestro Socialismo, quisiera dedicar el artículo de esta semana, y también el siguiente, a uno de los principales documentos que nos dejó el Comandante Eterno, un documento totalmente vigente y muy importante: las Líneas Estratégicas de Acción Política; aprobadas en el 2011 por la dirección del PSUV, y que son fundamentales en esta coyuntura que enfrentamos para la batalla de las ideas y para la batalla concreta de construcción de nuestro Socialismo Bolivariano. El Presidente Maduro, Presidente del PSUV, hijo de Chávez, ha lanzado recientemente líneas de acción política relacionadas directamente con las que nos dejó Chávez. Todas ellas constituyen la guía para el camino que debemos seguir transitando, conscientes del momento histórico que nos ha correspondido.

De las cinco líneas que nos dejara el Comandante Chávez, y que están absolutamente vigentes, quisiera comenzar con la número dos, la que se refiere al papel de nuestro PSUV. En ella se plantea: Convertir la maquinaria del PSUV en un partido- movimiento al servicio de las luchas populares para construir la Revolución y no solo para enfrentar eventos electorales. En este momento histórico que vivimos, la respuesta está ahí en esa línea estratégica. Hemos avanzado, pero no hemos logrado completamente lo que nos sigue señalando Chávez: “terminar de transformar al PSUV de tal manera que pase de ser una excelente maquinaria electoral a ser definitivamente el partido de la Revolución Bolivariana”.

Debemos tener muy claro lo que significa ser un partido en movimiento: esto significa que debemos estar permanentemente en acción con todas las tareas que nos asigna la Revolución, que nos impone esta coyuntura; es no quedarnos esperando a que llegue la próxima campaña electoral, y entonces ahí nos activamos y empezamos a visitar a las personas casa a casa, elaboramos el plan electoral y todo lo que ello implica. Es entonces, estar movilizados permanentemente, sin descanso, planificarnos científicamente, organizarnos de acuerdo a nuestro entorno, a nuestra realidad.

Y cuando planifiquemos, debemos hacerlo conociendo a profundidad la comunidad a la que pertenecemos, sus luchas cotidianas, sus problemas, sus necesidades, sus esperanzas. De allí, de ese análisis, debe salir un plan de actividades políticas, sociales, de gestión de gobierno, culturales, deportivas, entre otras. Todo bien planificado para lograr los objetivos planteados: motivar, activar, movilizar a nuestros militantes, a nuestra comunidad. Significa no salir a buscar al compatriota, al vecino, al confundido, cuando llegue la campaña electoral, sino hacerlo cada día.

Dentro de todas esas actividades son muy importantes las de formación. Estudiar más de lo que hemos estudiado hasta ahora, debatir más de lo que hemos debatido hasta ahora. Formación para que crezca la conciencia revolucionaria, que es una de las debilidades más fuertes que tenemos como Partido, como Gran Polo Patriótico, como pueblo. Muchos compatriotas se dejan confundir todavía por falta de conciencia revolucionaria, gente que cae en el individualismo, en el sectarismo, en el dogmatismo, en el oportunismo, por falta de conciencia revolucionaria. ¿Cómo se resuelve eso?: Estudiando, conversando, debatiendo, para poder asumir la teoría revolucionaria y llevarla a la práctica. Decía Simón Rodríguez que “la fuerza material está en la masa”, refiriéndose al pueblo, y “la fuerza moral en la masa en movimiento”. El Comandante Chávez como gran robinsoniano, gran bolivariano, gran revolucionario, adaptando esas enseñanzas de Simón Rodríguez a la realidad nuestra, creó la fórmula para esta coyuntura: “La fuerza transformadora está en la masa consciente en movimiento acelerado”.

Fuerza transformadora es conciencia de lo que estamos haciendo, del gran reto histórico que tenemos por delante, del gran amor colectivo que nos mueve para poder alcanzar nuestros sueños. No se trata de cualquier movimiento, es movernos con toda la contundencia que este proceso necesita, tiene que ser acelerado, muy bien planificado. Debemos comenzar por lograr que nuestro partido sea eso, una gran fuerza transformadora; pero no basta con el partido, y es ahí donde llegamos a la otra Línea Estratégica que aparece en el documento como la quinta: El partido debe servir de base fundamental para la consolidación del Gran Polo Patriótico, que está formado por los partidos de la alianza y frentes sociales, debe impulsar una política audaz de reunificación y repolarización, debe ser un sistema abierto y potenciador. Ahí también tenemos fallas, tampoco hemos logrado un GPP a la altura del momento histórico que vivimos, de los retos que tenemos por delante.

Lo anterior nos encamina directamente a la Cuarta Línea Estratégica: Pasar de la inercia de la maquinaria a los problemas reales de las luchas populares, a la consolidación del Poder Popular. Eso es lo que estamos construyendo hoy con el Congreso de la Patria, es seguir consolidando la vanguardia que va más allá del partido, más allá del GPP, es unir todo lo que podamos unir y todo lo que tenemos que unir como Poder Popular, como fuerza de la Revolución. El Congreso de la Patria, como lo ha lanzado el camarada Nicolás Maduro, es una de las mejores herramientas que tenemos para lograr eso.

El Congreso de la Patria debe ser, sin dudas, una instancia permanente, un cónclave político indisoluble donde todos los sectores participen y discutan sobre los problemas de la sociedad que construimos y se busquen soluciones. Un mecanismo eficaz que permita rearticular la hegemonía popular con el bloque histórico que garantice su consolidación.

Nosotros lo imaginamos de esta manera: es unir a toda la gente que tenemos que unir a nivel nacional en aras de acelerar la Revolución más allá del PSUV y del GPP, es trabajar para consolidar verdaderamente el Poder Popular que la Revolución necesita; es un espacio para trabajar con mucha conciencia, con mucho desprendimiento sin esperar nada a cambio, sin pretensiones individualistas, sin sectarismos de ninguna naturaleza, sin dogmatismos.

Interioricemos lo anterior, pongamos en unidad mente y corazón. Convirtamos el Congreso de la Patria en ese espacio crucial de reflexiones, debates y definiciones, de donde surjan no solo las orientaciones ideológicas, sino las concepciones revolucionarias y las críticas inexorables que debemos hacernos sin complejos, para que pueda emerger una praxis transformadora que allane el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos comprometidos a convertir en encarnación histórica; teniendo como base fundamental el legado del Comandante Eterno. Por Bolívar y Chávez, con Maduro y nuestro Pueblo, seguimos en combate¡

Viva la Patria Independiente y Soberana¡¡

Hasta la Victoria Siempre¡¡

Venceremos¡¡

@Adan_Coromoto