La derecha nacionalista catalana, encarnada por el partido Convergencia y Unión (CyU), y la formación independentista de izquierda Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) acordaron este martes celebrar una consulta de autodeterminación en 2014.
El posible referendo sobre la independencia de esa región española fue decidido por el presidente catalán en funciones y líder de CyU, Artur Mas, y el máximo dirigente de ERC, Oriol Junqueras, confirmaron este martes diversas fuentes periodísticas.
Como parte de un pacto de gobernabilidad, que permitirá a Mas mantenerse en el poder tras las elecciones celebradas el 25 de noviembre último, los dos partidos convinieron, sin embargo, que la consulta pueda aplazarse por causas justificadas.
En declaraciones a reporteros, Junqueras explicó que el acuerdo contempla aprobar una ley de consultas, previo a la convocatoria del referéndum sobre una eventual separación de España de esa comunidad autónoma.
La alianza entre las dos fuerzas ideológicamente opuestas sucede a semanas de negociaciones luego de los comicios del pasado mes, en los que CyU resultó vencedor, aunque sin lograr la mayoría absoluta que reclamó para emprender el camino hacia la secesión.
En la justa, la agrupación encabezada por Mas consiguió 50 de los 135 escaños del Parlamento regional, 12 menos que en los comicios de 2010 y muy distante de los 68 (mayoría absoluta) a los que aspiraba para llevar adelante su «proyecto soberanista».
Al quedarse lejos de esa hegemonía parlamentaria que buscaba, los nacionalistas de derecha se vieron obligados a pactar con otras fuerzas para poder seguir gobernando.
Los independentistas de ERC, que rechazan la política de recortes sociales aplicada por CyU, protagonizaron el gran ascenso de la jornada electoral y duplicaron su presencia en el legislativo catalán, al pasar de 10 a 21 diputados.
Una posición que los convirtió en pieza clave para dar estabilidad al nuevo Ejecutivo de Cataluña e impulsar finalmente el referendo.
El acuerdo entre ambas formaciones deberá materializarse en el debate de investidura previsto para el próximo jueves, y del cual se espera que Mas salga reelegido con un apoyo que ERC ya había adelantado.
El gobierno español advirtió en reiteradas ocasiones que las aspiraciones separatistas de nacionalistas e independentistas catalanes no están contempladas en la Constitución de este país europeo, por lo que el llamado a una consulta sería ilegal.