Las fiestas navideñas, que para muchas personas significan alegría, reuniones familiares y distracción, para otras pueden ser sinónimo de gran estrés, que en algunos casos –extremos– puede terminar hasta en suicidio.
Fabrizio Delgado Campodónico, director técnico del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Ecuador, señala que en estas fechas es muy frecuente que se genere estrés en los individuos debido al ambiente festivo y a varios factores que pueden influir en el estado emocional.
Indica que hay siete causas para la depresión en estas fechas: predisposición genética a deprimirse, estar solo, tener problemas económicos, sufrir la pérdida de seres queridos, recibir pocos ingresos o no tener trabajo, que los padres o algún familiar esté lejos y el verse rodeado de publicidad sobre la felicidad y la armonía (cuando su situación personal es distinta).
En tanto, el psiquiatra Germánico Zambrano apunta que la nostalgia se pone de manifiesto con mucho énfasis en especial en las personas que tienen tendencia a la depresión.
“Hay quienes no les gustan estas fechas y se acuestan temprano esperando que ese día pase lo más rápido, se aislan, y hay algunos que no quieren que los demás celebren”, añade.
Asegura que hay quienes se deprimen porque pronto se acabará el año, o porque que el balance del actual no es bueno, o han sido despedidos de su trabajo y no tienen o no deben gastar en las compras navideñas, o porque los hijos registran malas notas en el colegio, dice Zambrano.
“La falta de dinero hace que muchos se estresen porque ven que los demás compran, mientras ellos no están en condiciones de hacerlo, creen que se ven o van a quedar mal”, indica el médico.
Para evitar que las personas caigan en depresión, el psiquiatra Fabrizio Delgado recomienda que la persona o sus allegados lo integren a grupos sociales (así no estará aislado), que se refuercen los lazos familiares, o se busque ayuda profesional.
Zambrano sostiene que es importante que las personas no miren estas fechas como una etapa de mucho consumismo, de mostrar y lucirse, sino por su verdadero sentido: los valores humanos, la reflexión y la unión familiar. Para quienes han sufrido la muerte de un familiar o que están lejos de sus seres queridos, sugiere buscar la compañía de amigos o de los parientes que tenga cerca.