El Pozón del Saladillo y Santa Lucía siguen siendo lugares emblemáticos|La Navidad zuliana baila al son de la gaita

Aunque la temporada gaitera oficialmente comienza en Maracaibo en septiembre, mes en el que se hace la bajada los furros, entre noviembre y diciembre se intensifica para celebrar la Feria de la Chinita y la Navidad.

La mayoría de zulianas y zulianos inclinan su preferencia musical por la gaita, género autóctono de la región y que aparece en el resto del país, precisamente, en el último mes del año por ser pascuero.

La hechura de hallacas, ensalada, pernil, además de la compra del jamón y pan de jamón generalmente se hacen al ritmo de la gaita en medio de algunas parrandas y villancicos.

En medio de las tradiciones, las últimas dos semanas decembrinas, el público marabino visita sitios emblemáticos como el Pozón del Saladillo y Santa Lucía, ambos raíz de la gaita y que todavía conservan algo de la tradición que nació hace casi un siglo.

Las veladas que se escenifican los 23, 24, 30 y 31 de diciembre están lejos de ser improvisadas, debido a la presencia de gaiteros que se unen con el público a cantar.

TOQUE MUSICAL

La tradición actual emula los contrapunteos que hacían hace más de 90 años en el Barrio El Empedrao con los del Saladillo para formar las parrandas gaiteras, como parte de una pugna romántica entre ambos sectores.

Aunque El Saladillo fue el sector que sufrió “La Piqueta”, en el Gobierno de Rafael Caldera cuando derribaron algunas casas para construir el Paseo Ciencias, aún quedan lugares emblemáticos que lo hacen recordar.

El Pozón es uno de los sitios comerciales que rodea lo poco que quedó de El Saladillo; por ello se hace llamar de esa manera y en las horas previas a la Pascua y Año Nuevo es una de las alternativas para cantar y escuchar gaitas.

Aunque con menos formalidad que en El Saladillo, en Santa Lucía, sede del Barrio El Empedrao, también se reúne la gente en la popular esquina A que Luis, local que tiene listos los instrumentos en su parte interna para “gaitear” hasta el amanecer si la gente lo quiere.

Más que ser una licorería, A que Luis se convirtió en un sitio de encuentro tradicional en el que los bardos zulianos llegan para armar una parranda improvisada, distinta de la del Saladillo, pero con el mismo calor con el que iniciaron sus antepasados la gaita zuliana.

LA TRADICIÓN

De acuerdo con una gaita tocada por el grupo Tren Gaitero, “la gaita del empedrao retumba en el Saladillo”, frase que dibuja en parte ese picante existente entre una y otra barriada, hoy casi terminadas por el modernismo.

“Cuando puedo vengo a Santa Lucía, pero el 24 no me pelo el Pozón. Es una manera distinta de escuchar gaitas y compartir con amigos que casi no veo en el año”, dijo Manuel Sánchez, asiduo visitante de ambos lugares.

A diferencia de Santa Lucía, en el Pozón cierran la calle principal y colocan una tarima para que cada 24 y 31 de diciembre, cantantes de la región y agrupaciones como Neguito Borjas, Luis Fernando Borjas, Jesús Terán “Chavín”, Jaime Indriago y grupos como Gran Coquivacoa, Colosales de Ricardo Cepeda, Cardenales del Éxito y hasta Guaco se presentan sin costo alguno.

Cada uno deja atrás compromisos familiares para acercarse a la gente que los vio nacer como artistas de la zulianidad.

“No es que dejo atrás a mi familia para cantar. Lo que hacemos es propagar el sentir de nuestra propia familia hacia el público que nos ve”, explicó Indriago al Correo del Orinoco sobre estas veladas.

El cantautor explicó que lo mejor que reciben en esas presentaciones “es el calor del público, esa energía que ellos transmiten”.

“Cuando voy cantando miro cada rostro y eso me aviva el sentimiento. Es como si nos uniéramos en lazos de hermandad. Con mi canto lo que busco es darles un mensaje a los que nos escuchan para que se lo lleven a sus casas y compartan con su familia”, agregó a quien denominan “La Voz de la Navidad” y autor de la famosa gaita “Tarjeta de Navidad”.

Aparte de ser cantante, Indriago tiene un programa de radio en la semana, que comienza a las 8:00 pm hasta la madrugada como parte de un trabajo que, según dijo, “no cambia, ya que siente cómo su canto se devuelve con la alegría de los que lo reciben”.

LA FIESTA

La dinámica del disfrute es tanta que a los marabinos no les importa tomar sol y llenarse del calor vespertino por estar frente a la tarima desde la tarde.

En el Pozón la parranda termina a las 7:00 pm, hora propicia para que la familia se recoja y comparta en sus casas, mientras que en Santa Lucía algunos se mantienen para celebrar la pascua y año nuevo en el Boulevard, abierto al público y que colinda con la iglesia.

El cierre de las navidades marabinas siempre tendrán a la gaita como protagonista, en medio de otros atractivos disfrutados por zulianas y zulianos, como el paseo por Bella Vista con el tradicional alumbrado y las reuniones de intercambio en las familias y lugares de trabajo.

TyF/Alex Carmona