El presidente Nicolás Maduro Moros recientemente convocó a todas las fuerzas productivas del país a participar activamente sobre todas las potencialidades que tiene la República Bolivariana de Venezuela en sus suelos y otras formas de captación de los ingresos.
Existe la necesidad de un entendimiento sincero entre el Ejecutivo Nacional, la empresa privada y las fuerzas productivas que históricamente han subsistido a las políticas neoliberales y capitalistas sobre la producción. A ellos, al campesino, al productor rural y al nuevo productor urbano, debe tomárseles en consideración sobre estas mesas de trabajo, los cuales forman también parte de la cadena productiva nacional.
En este contexto los planteamientos abordados en la anterior columna dan paso seguro a la aplicación de la acción ejecutora de lo ya pensado y creado. Por consiguiente, la coyuntura utilizada para armonizar todo el proceso debe generar el producto final que no es más que el acompañamiento, orientación y formación en los esquemas financieros con los cuales se rige la Nación. En síntesis, si no tenemos un control sobre las cosas que nosotros mismos otorgamos, no puede subsistir un evidente funcionamiento en el aseguramiento de los recursos para la continuidad productiva.
En ello se concentran tres directrices identificadas como Acción Táctica, Acción Financiera y la Acción Operativa, que consisten en el seguimiento y cumplimiento de los hechos distributivos, productivos y metodológicos, acompañados además de sus medidas sancionatorias las cuales ya existen.
En la Acción Financiera, la liquidez no se otorga sino que se aumenta; y para ello es necesario forzar los niveles de compromisos adquiridos, los cuales deben ser verificados por la acción antes descrita. La Acción Operativa constituye la revisión expedita de los manuales de procedimientos, base de datos, regímenes, automatización y verificación de todos los pasos que conforma la infraestructura planteada en la proyección del trabajo. En este sentido, se debe recurrir a una estricta selección profesional con controles de comportamiento y disciplina que respondan a un alto nivel de honestidad y con una certificación ética.
Todas estas líneas de ejecución y trabajo buscan un solo objetivo y es la aplicación de los más altos niveles de seguimiento, control y sanción sobre los bienes que pertenecen al Estado, fomentando la credibilidad en los procesos administrativos centrales del Ejecutivo. Solo esto puede suceder si existe un compromiso colectivo y trabajado con sindéresis y criterio.
Esperamos que estos planteamos, coadyuven al mejor desenvolvimiento del Estado.