La sustitución masiva de bujías incandescentes por luminarias más eficientes cuenta en Nicaragua con un nuevo plan gubernamental para el próximo año y medio, pues los costos de la factura eléctrica provocan más tensiones al país.
Antes de finalizar 2015 el ministerio de Energía y Minas proyecta introducir más de dos millones de lámparas fluorescentes compactas en el sector residencial, las instituciones del Estado y el alumbrado público.
Emilio Rappaccioli, titular de esa cartera, detalló que en las viviendas el recambio incluirá dos millones de luces, 20 mil en las dependencias públicas y más de 25 mil lámparas de mercurio en el alumbrado de calles, parques y otros sitios.
Durante 2012 y hasta inicios de 2013 el Ejecutivo entregó de forma gratuita 36 mil lámparas fluorescentes compactas a familias en los departamentos de León, Chinandega y Masaya, lo que significó un ahorro relativo de mil 86 megawatts (MW), indican datos oficiales.
A juicio de Rappaccioli, hay otros antecedentes internos para sustentar la valía del programa: de 2008 a 2010 la sustitución de 1,2 millones de lámparas representó un ahorro anual de 43 mil 776 MW.
Según estimó, a escala de Centroamérica el reemplazo de 12 millones de bujías incandescentes reportaría un ahorro económico de 410 millones de dólares al año, teniendo en cuenta su efecto en la reducción del consumo eléctrico.
En el transcurso de 2013, confirmó, Nicaragua eliminará mil 500 luminarias ineficientes en las entidades públicas como parte del Programa Nacional de Electrificación Sostenible y Energías, inscrito en una estrategia para la región centroamericana.
El 15 de abril entró en vigor un nuevo aumento del 7,8 por ciento en la tarifa eléctrica nacional, que debía ascender en 10 puntos porcentuales si no contara con el subsidio del Estado, dijo el director del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), David Castillo.
De acuerdo con el funcionario, la medida responde al encarecimiento de los hidrocarburos en el mercado internacional, pero su aplicación dejó exenta de mayores pagos al 82 por ciento de la población debido al amparo estatal.
El alza fue aplicada solamente a los usuarios con consumo mensual superior a los 150 kilowatt-hora, precisó el máximo dirigente del INE.
No obstante, diputados y entidades de protección a los ciudadanos alertaron sobre intentos especulativos por parte de empresas y comerciantes, quienes tienden a encarecer los precios de alimentos y otros productos de la canasta básica a raíz del incremento en la tarifa eléctrica.
Aunque el país redujo en los últimos tiempos la dependencia de combustibles importados para la generación de electricidad, la eficiencia energética continúa siendo un punto débil.
Según estimados oficiales, el índice de intensidad energética figura entre los menos favorables de la región, al registrar un gasto de aproximadamente 2,67 barriles de petróleo equivalente para producir mil dólares de Producto Interno Bruto.
Para 2018 Nicaragua espera generar con recursos renovables del 76 al 77 por ciento de la oferta energética nacional y hacia 2020 la participación deberá crecer hasta el 90 por ciento, señaló el ministro Rappacciolli.
Al cierre de este año la producción con plantas eólicas, hidroeléctricas y geotérmicas, así como mediante el uso de la biomasa y la energía solar podrá rondar el 47 por ciento, indicó.
En 2012 la reducción en el consumo de combustible importado para producir electricidad fue de 241 millones de dólares, al ser sustituido por fuentes renovables existentes en el país.
Pero al mismo tiempo el Estado busca mejorar la eficiencia, y el recambio masivo de luminarias es apenas una de las alternativas en ejecución.