Calabozo le rendirá hoy homenaje al teniente Nicolás Hurtado, luchador revolucionario que nació en esa cálida tierra y cayó el 23 de marzo de 1967, en combate con el mismo ejército al que se incorporó a finales de los años 40 “con el sincero compromiso de defender y honrar la patria”, declaró Julio Güire, coordinador del movimiento que lleva su nombre.
“Hurtado tenía misma visión de patria del comandante Chávez, eso está claramente expuesto en su libro Por qué luchamos”, señaló Güire, quien leyó el siguiente fragmento de la obra, publicada :
“Patria es para nosotros los militares nacionalistas, la integración del concepto geográfico al concepto de pueblo. Es conjugar le idealismo creador con la acción revolucionaria. Es unir en la mente y el alma de todos los venezolanos el deber y la ventaja de defender a nuestro pueblo, la convicción de que patria y seguridad –económica, política y social– es un todo. Es erradicar de nuestros compatriotas (la idea) de que la patria es buena con los ricos y mala con los pobres”.
Esa visión a la larga le costó la vida a Hurtado, quien “vio que las Fuerzas Armadas no eran lo que el creyó cuando ingresó a la carrera militar motivado por sus ideales nacionalistas. De eso se dio cuenta Pérez Jiménez y por eso liberó a todos los cabecillas del interno de golpe de Estado del 7 de septiembre de 1957 menos a él, que se quedó en la cárcel”, afirmó Güire.
De ese “pensamiento de avanzada” que “inquietó a la dictadura” y después al régimen represivo de Raúl Leoni, hablará hoy el periodista Diógenes Carrillo. El exguerrillero y presidente del Fondo Editorial Ipasme será el orador de orden en la sesión especial que la Cámara Municipal del Municipio Francisco de Miranda realizará en la plaza Bolívar de Calabozo, a las 10:00 am, con motivo de los 22 años del 4 de Febrero de 1992. También asistirán Yolanda Hurtado, hija del teniente Hurtado Barrios, su compañero Humberto Vargas y el periodista Néstor Francia.
Al presidente de la Cámara Municipal, Gustavo Jiménez, lo acompañará la alcaldesa Zobeida El Hinaooui.
SIETE AÑOS DE ESFUERZO
El Movimiento Patriótico Revolucionario Teniente Nicolás Hurtado Barrios trabaja desde hace siete años para divulgar la historia de este combatiente, cuyo cuerpo fue desaparecido por el Ejército y solo pudo ser recuperado el 19 de noviembre de 2005. La mayor parte de esos 39 años, pese a diversos testimonios, los cuerpos de seguridad del Estado negaron tener conocimiento del enfrentamiento y del deceso del luchador revolucionario.
Fue gracias a las gestiones de la entonces fiscal Luisa Ortega Díaz, apoyada en la labor del investigador Pedro Pablo Linárez y en el testimonio del campesino Silvio Aranguren como se logró ubicar el cuerpo en el sector Aguas Dormidas, en las montañas de Opsino, estado Portuguesa. Pare ese entonces, Hurtado Barrios era un desconocido en su propia tierra. Así que Julio Güire y un colectivo de militantes revolucionarios emprendieron la tarea de rescatar su memoria.
“Hoy camina como un gigante”, no solo en Calabozo sino en buena parte de Guárico, declaró Güire, satisfecho porque “sobre todo los jóvenes lo conocen, saben quién es y por qué luchó”. La labor de reivindicar su legado comenzó “con un conservatorio en la calle, con la gente que se quisiera acercar” pero luego se llevó la iniciativa a los liceos. Además, desde hace siete años, “cada 4 de febrero le rendimos homenaje”.
VÍNCULO CON CHÁVEZ
Rendirle homenaje a Hurtado barrios el 4-F es una forma de resaltar el hecho de que hay una continuidad entre la lucha que él emprendió y la Revolución Bolivariana. “Es la misma lucha, el mismo ideal de unión cívico militar”, comentó Güire. Y otra vez citó las propias palabras del combatiente, quien en su libro escribió: “Los militares hemos salido de las clases populares y han sido ellas precisamente nuestras víctimas”.
Se refería Hurtado Barrios a la política represiva de la Cuarta República, que usaba a las Fuerzas Armadas contra los sectores populares. “Hemos allanado urbanizaciones, hemos disuelto manifestaciones, hemos rodeado y allanado liceos y universidades, hemos rodeado caminos y pueblos (…) No hemos rodeado institutos privado donde se enseña a gente acomodada, sino a los liceos y universidades públicas donde concurren los hijos de las clases humildes”.
HABLA SU CARCELERO: FUE UN ACTO DE CONCIENCIA
El hoy coronel retirado Arévalo Briceño era un teniente de apenas 19 años de edad cuando le tocó custodiar el pabellón del campo de concentración de la Isla del Burro, donde “para el 1963-64 estaba preso Nicolás Hurtado Barrios”. Lo recuerda como “un hombre muy tranquilo pero que siempre estaba en mucha actividad”, contó.
“En ese momento estaban presos allí varios de los participantes en el Porteñazo y en el Barcelonazo, y él pedía permiso para pasar al otro pabellón para darles clases de economía, que se le concedía”.
Cuando Cedeño se enteró, años después, de que Hurtado Barrios había caído en combate, no le extrañó: “me pareció algo normal, porque entre los militares siempre hubo tendencias diferentes. Tomar una decisión así, sobre todo en esa época, era muy difícil, pero el dio ese paso porque fue un acto que le dictó su conciencia de lo que él consideraba justo”.